Acierta con tu máscara de pestañas

Existen muchas opciones para que tus pestañas den lo mejor de sí mismas, así que, dependiendo de lo que busques potenciar, deberás hacerte con una o con otra.

Una pestaña bien marcada nos puede hacer cambiar por completo la cara y poder pasar de la mirada más aburrida a otra llena de vida.

Si tus pestañas son más bien pequeñas y finas debes de prestar especial cuidado a la hora de aplicar una pre-base reparadora, marcando mucho el final. Espera a que esté verdaderamente seca y después pasa al color. Si las tienes cortas, pero bastante espesas y densas que éstas se transformen en abanicos, escoge una máscara alargadora (te recomendamos la de Maybeline Efecto Pestañas Postizas) y aplícala de tal modo que quede más cantidad de producto en la zona cercana a la raíz.

Si tu problema radica en que a pesar de ser largas, son muy finas tus pestañas deberás escoger una máscara que te aporte volumen, pero debes procurar darlas en pasadas muy finas. Las máscaras cuyo cepillo tenga forma de peine déjalas sólo si lo que buscas es separar las pestañas porque éstas sean muy espesas.

Y si lo que ocurre es que no tienen forma y son muy tiesas, el rizador de pestañas se convertirá en un apéndice de tu mano. El de Shu Uemura siempre cuenta con nuestro beneplácito. A continuación, aplica un rimmel cuya fórmula sea específica para rizar las pestañas, les aportará peso.