4 trucos para sacarte los mocos sin que se note

Porque todos los hemos intentado alguna vez: 4 trucos para sacarte los mocos sin que se note.

No te avergüences por estar leyendo esto. Tampoco cierres la página corriendo si ves que alguien se acerca. Todos tenemos mocos. De hecho, así debe ser. Los mocos –esa sustancia verde y pegajosa que sale de tu nariz, muchas veces en momentos inoportunos–, tienen una utilidad aunque no lo parezca, así que no deberías preocuparte por tenerlos, si no, más bien, sentirte agradecida de tener una nariz que funciona tan bien.

Cuando respiramos, el aire que nos llega está cargado de pequeñas partículas, como polvo, polen o gérmenes, (esos gérmenos por los que deberías dejar de morderte las uñas) que irían directas a nuestros pulmones si no fuera por esa sustancia viscosa y asquerosa que se encarga de filtrar el aire. Cuando ya han atrapado todas las partículas que debían quedarse fuera de nuestros pulmones, los mocos son ayudados por los pequeños pelitos que tenemos en la nariz para salir al frente de ella. Así es como se forma el moco que acabamos viendo. Y escondiendo. Porque, aunque lo ideal cuando tenemos mocos es coger un pañuelo y sonarnos la nariz, no siempre se dispone de él en el momento adecuado.

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En resumen, un moco es algo asqueroso, estamos de acuerdo. No vamos a negarlo a estas alturas. Pero dejarlo en la nariz puede ser muchas veces algo demasiado incómodo. ¿Quién no ha aprovechado la luz roja de un semáforo para sacarse ese incómodo moco que llevaba notando toda la tarde? El problema es que no siempre estamos a solas con el moco y delante de gente, una operación como esta, como que no queda muy elegante. A no ser que lo hagas sin que nadie note nada, claro.

¿Es malo comerse los mocos?

No te lleves las manos a la cabeza. No estamos diciendo que seas tú quien lo hace, pero hay gente que se come los mocos y tú lo sabes. Por suerte, no es demasiada. Al menos así lo decía un estudio que se publicó en 1995 en el Journal of Pscyhiatry. Este estudio afirmó que el 91% de las personas se hurga en la nariz habitualmente y, de ellas, solo el 8% se comía lo que se sacaba de la nariz. Ya sé que la frase “qué asco” ha salido varias veces de tu boca desde que empezaste a leer este artículo, pero ojo, porque comerse los mocos no solo podría no ser malo si no que podría ser beneficioso para la salud.

Así lo explicó Ken Jenning en su Manual para padres quisquillosos, en el que decía que meterse el dedo en la nariz no era malo ya que “podía llegar a sitios inaccesibles al pañuelo y la nariz quedará mucho más limpia”. En cuanto si se pueden comer, afirmaba: “Para el sistema inmune, la nariz es un filtro en el que se recoge gran cantidad de bacterias, y cuando esa mezcla llega a los intestinos, actúa igual que un medicamento. La medicina moderna intenta constantemente lograr lo mismo a través de métodos mucho más complejos. La gente que se hurga la nariz y se come los mocos obtiene una dosis natural de su sistema inmune. Y es gratis”. Ahora que acabo de cambiar tu visión sobre el moco, quizás te interesen más estos consejos para sacarte los mocos sin que se note. Lo que hagas con ellos cuando los tengas en el dedo, lo dejo en tus manos.

1. Haz como que estornudas

Cualquier excusa es buena para llevar nuestras manos a la nariz y acabar con ese moco que nos lleva taponando la entrada del aire toda la tarde. Si no has conseguido quedarte a solas con él en todo el día, habrá que tomar medidas drásticas. Haz ruido como si estornudaras, llévate tus manos a la nariz para taponar el falso estornudo y aprovecha para atraparlo. Este truco funcionará mejor con mocos fáciles. Para los que requieran más tiempo y detenimiento, mejor intenta con otro truco.

2. Haz como si estuvieras muy triste

La cosa no es dar tanta pena como para que meternos el dedo en la nariz siendo una persona adulta quede justificado. La cosa es bajar la cabeza hacia tus manos con cualquier excusa. Simula que lloras, haz como si moquearas, di frases como “ay dios mío, qué estoy haciendo con mi vida”. Mientras mejor sea tu actuación, más tiempo podrás pasar con la cabeza en tu regazo y tu dedo en la nariz. Todos creerán que estás triste y no se atreverán a molestarte, pero por dentro estarás más feliz que nunca.

3. Señala hacia otro lado para despistar

¿Tu compañero de trabajo no se ha separado de ti en todo el día y ya no sabes qué hacer para quedarte a solas con tu dedo y tu nariz aunque solo sean unos segundos? Te tocará jugar al despiste. (Tampoco estaría mal que miraras estos consejos para no estar cansada en el trabajo). Hazlo mirar hacia otro lado señalándole algo –puede ser algo real o algo que te inventes, la cosa es despistar– y háblale mucho sobre ello para que no vuelva a girar la cabeza hasta que no acabes tu faena. Si el tiempo que ha durado se te ha quedado corto, habrá que volver a repetir. Esta vez piensa algo más creíble que un unicornio.

4. Di que tienes que ir al baño urgentemente

Cuando nada de lo anterior es suficiente. Cuando lo que queremos es recrearnos y despejar nuestra nariz sin prisas, lo mejor es recurrir a este truco. Ya sea en clase, en el trabajo o en un taller de cocina, te tocará levantar la mano y advertir de que tienes que ir al baño urgentemente. Allí, a solas, no hace falta que te explique cuáles son los pasos a seguir. Tienes libertad total.

Si vas a sacarte los mocos en público, al menos que sea sin que se note.