5 consejos para que la conversación fluya en la primera cita
Las primeras citas pueden ser difíciles a veces.
Para algunos pueden ser incómodas y angustiosas, pero no tienen por qué serlo. Uno de los muchos elementos de una buena cita es la conversación real. Una conversación real implica dar y recibir: una persona habla, la otra escucha y viceversa.
Una buena conversación suele tener ese momento, el "clic", en el que ambas partes se implican y se interesan por igual en compartir sus propios pensamientos u opiniones, así como en escuchar lo que el otro tiene que decir al respecto. La energía aumenta, hay interrupciones, retrocesos y momentos de "Espera, eso me recuerda a...".
3 reglas básicas para vestir en la primera cita Esta es la clave para conectar con alguien en la primera cita
Dejas de pensar en lo que vas a decir a continuación y simplemente fluyes. Es la base de las relaciones sólidas, del flirteo y de todas las buenas citas.
Dicho esto, ¿qué hace que una primera cita sea un éxito?
El lugar de la primera cita marca la pauta para el resto de la velada. Intenta que el lugar coincida con un interés mutuo o un sitio que suscite una buena conversación. Debe ser fácil de alcanzar y accesible para ambas partes. Aunque a algunas personas les gusta ir al cine, a conciertos o a festivales, esas actividades funcionan mejor en segundas o terceras citas, cuando hay más compenetración.
Esto debería ser obvio porque es de mala educación. Céntrate en tu cita y en cómo mantener una conversación fluida. Esto es importante porque estás conociendo a la persona y, si escuchas, lo más probable es que tengas preguntas de seguimiento que darán lugar a más conversación.
No ofrezcas demasiada información personal sobre tus citas anteriores. Sí, en algún momento saldrá a la luz, pero nunca en la primera cita. ¿Por qué precipitarse al hablar de tu ex? Ya habrá tiempo para todo eso más adelante.
No hay nada como un buen cumplido para romper el hielo y causar una buena primera impresión. Lo más probable es que tu cita se haya esforzado mucho en su apariencia. No va a ser un tema largo de conversación, pero es de buena educación hacerle un cumplido sobre su aspecto.
Resista el impulso de marcar todas las casillas. Nadie quiere sentirse como si le estuvieran entrevistando. Es cierto que hay datos que pueden ser cruciales para evaluar el potencial a largo plazo de una persona, pero se trata de un primer encuentro, no de una prueba de matrimonio.
Todo esto viene a decir que, obviamente, habrá un elemento inevitable de incomodidad cuando se tiene una cita con alguien por primera vez. Sin embargo, eso se debe a que la mayoría de las veces nos las tomamos muy en serio.
Sí, podría llevar a algo grande, pero no lo sabrás después de una sola interacción. Y si sale terriblemente mal, literalmente no tendrás que volver a ver a esa persona. Pero si existe la posibilidad de que vayáis más allá de la primera cita, hay muchas formas de hacerlo menos incómodo y más agradable para los dos.