5 señales de que estáis listos para iros a vivir juntos

Irte a vivir con tu pareja es un gran paso.

Para la mayoría de la gente, esta decisión indica que están llevando la relación al siguiente nivel: levantarse juntos todos los días, coordinar la compra, las facturas, las tareas domésticas y comprometerse a adaptarse a las manías y hábitos del otro, que no siempre son fáciles de gestionar, a pesar de lo mucho que se quieren.

¿Existe un momento adecuado para mudarse?

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Yo digo que sí, pero esto no significa que sugiera un calendario concreto, porque cada pareja va a su propio ritmo. Dicho esto, se necesita tiempo para conocer a alguien, así que no recomendaría irse a vivir juntos durante los tres primeros meses de noviazgo.

He aquí cinco señales de que es el momento adecuado para irse a vivir juntos:

1. Estáis de acuerdo en lo que significa este compromiso

Sólo porque yo crea que irse a vivir juntos es un gran paso (la mayoría de mis clientes también lo ven así), no puedes asumir que tiene el mismo significado para tu pareja sin preguntarle. ¿Os vais a vivir juntos porque hay un futuro a largo plazo? ¿O te mudas porque sí? Estáis saliendo y os gustáis, así que es divertido y cómodo vivir juntos, pero puede que eso no haga que las cosas vayan más en serio.

2. Tenéis conversaciones maduras y transparentes sobre finanzas

¿Se van a mudar a un lugar que ambos puedan pagar cómodamente? Si no es así, ¿se siente cómodo el que más gana pagando una mayor parte del alquiler, si no todo? Si es así, ¿cómo contribuye el otro miembro de la pareja para evitar el resentimiento de la persona que paga la mayoría de las facturas?

3. Habéis pasado suficiente tiempo en el espacio vital del otro como para entender sus rutinas, hábitos y nivel de limpieza.

Si uno de vosotros es desordenado y el otro no, no pasa nada. Hablad de cómo desenvolveros en vuestro nuevo espacio compartido. Si uno de vosotros es un búho nocturno y el otro no, hablad de cómo llegar a un acuerdo sobre el ruido, las luces, etc.

4. Tienes pruebas de que superáis bien juntos las situaciones difíciles

¿Se convierte en una gran debacle cada vez que hay una discusión? Si es así, yo sugeriría trabajar en las tendencias de lucha o huida antes de firmar un contrato de alquiler que os obligue a cerrar las cosas. Asegúrate de que ambas partes están dispuestas a entenderse y a apoyarse mutuamente cuando surjan los inevitables desencadenantes y la vida os lance bolas curvas. ¿Es alguien que crees que te cubrirá las espaldas cuando más lo necesites? No te dejes engañar por la idea de que vivir bajo el mismo techo resolverá necesidades emocionales que quizá no estén cubiertas en la relación.

5. Tenéis claras las expectativas sobre cómo empleáis el tiempo cada uno.

Si tu pareja tiene noches de póquer semanales o tú tienes un compromiso regular de ver The Bachelor con tus amigos, asegúrate de que os comunicáis sobre la priorización de vuestras vidas fuera del otro, ahora que vivís juntos. Lo último que quieres es sentirte culpable por vivir tu vida mientras tu pareja tiene nuevas expectativas sobre cómo debe pasarse el tiempo en vuestra nueva situación vital, o viceversa. Pero también es importante dar prioridad a estar juntos en casa o en las citas nocturnas, para no daros por sentados y descuidar ese precioso tiempo a solas.

Las conversaciones vulnerables sobre finanzas y tus sentimientos sobre un futuro con tu pareja pueden ser incómodas, pero es mucho más incómodo descubrir que ambos no estabais de acuerdo más adelante. Por supuesto, las pautas que acabo de exponer no garantizan que salgáis corriendo juntos hacia la puesta de sol para toda la vida. Pero tendrás mucha más claridad y, potencialmente, muchos menos dolores de cabeza cuando abordes estas preocupaciones maduras y sanas.