8 formas de usar la salsa Alfredo que no son con pasta

La historia de la salsa Alfredo tiene raíces célebres que se remontan a la época del cine mudo.

Todo empezó en Roma en 1914, cuando el propietario del restaurante Via della Scrofa, Alfredo di Lelio, estaba desesperado por encontrar una cura para las náuseas del embarazo de su esposa Inés. Para que la comida fuera sencilla y reconfortante, mezcló pasta caliente con queso parmesano y mantequilla.

Y el resultado fue bueno. A Inés le pareció un plato tan atractivo que pronto apareció en la carta del restaurante como "fatte in case", o pasta hecha en casa.

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Unos años más tarde, en 1920, la pareja de superestrellas de Hollywood Mary Pickford y Douglas Fairbanks pasó por el restaurante de Alfredo y pidió la pasta del día, que resultó ser la humilde salsa de mantequilla y parmesano.

Eran tan fanáticos que recogieron la receta y la llevaron a su casa en California, donde los restaurantes italianos comenzaron a servirla a sus hambrientos clientes.

Hoy en día, los fettuccine Alfredo son un plato tan clásico que es difícil imaginar el mundo sin ellos. La pasta es, por supuesto, el maridaje natural para la salsa cremosa, pero hay muchas otras formas de incorporar Alfredo a tus recetas.

Usos alternativos del Alfredo

Tanto si tienes un bote que necesita usarse como si simplemente quieres probar un giro diferente a la pasta habitual, considera la posibilidad de darle a tu Alfredo cualquiera de estos usos novedosos.

8 usos de Alfredo que piensan fuera de la caja de la pasta

1. Aderezo: Cambiar ingredientes como la nata espesa o la crema agria por la salsa Alfredo añade sabor y cremosidad extra a los aderezos de las ensaladas.

2. Marinar: Utilice la salsa Alfredo como adobo para su próximo lomo de cerdo, asado de ternera o pollo entero. No sólo añade sabor, sino que también mantiene la proteína tierna y húmeda mientras se asa.

3. Salsa: El dip Alfredo es perfecto para los pretzels, las verduras y las galletas saladas. Añade un chorrito de vino y caliéntalo para una fiesta de fondue.

4. Pastel de carne y albóndigas: Para conseguir una textura cremosa y un sabor a queso en estos platos de carne, sustituye la mitad de la salsa de tomate por Alfredo.

5. Pizza: La pizza ha nacido para conocer la salsa Alfredo. Sustituye una parte o toda la salsa de la pizza por salsa Alfredo. El resultado: un extra de queso instantáneo y un sedoso lecho de sabor para tus otros ingredientes.

6. Verduras asadas: Las verduras abundantes como la coliflor, las chirivías, las patatas y las zanahorias son las contrapartes ideales para la salsa Alfredo. Úntalas con ella antes de asarlas.

7. Salsa de pescado y verduras: La salsa Alfredo hace que el pescado o las verduras sean sencillos pero elegantes. Pruebe a rociarla sobre pescado asado crujiente o verduras asadas o escalfadas.

8. Guisos: Olvídate de jugar con múltiples ingredientes lácteos. La salsa Alfredo cumple todos los requisitos de cremosidad en una cazuela. Es un éxito garantizado en tu próxima reunión.

Recetas de Alfredo sin pasta

Las ideas de Alfredo están muy bien, dirás, pero ¡necesito recetas! No temas, te tenemos. Echa un vistazo a estas ocho recetas paso a paso que convierten un tarro de salsa en sabrosas cenas, aperitivos y guarniciones, sin ningún fideo a la vista.

1. Bocadillos de albóndigas Alfredo

El pollo es la proteína preferida para el Alfredo, pero la ternera también va sorprendentemente bien con la salsa cremosa. (Si alguna vez has comido albóndigas suecas, puedes atestiguarlo). Estos bocadillos de albóndigas cubren las albóndigas en un bocadillo tostado con una mezcla de Alfredo y un pesto de albahaca.

Obtenga la receta de subs de albóndigas Alfredo.

2. Salsa Ranchera

Cambia la crema de mantequilla de esta receta por salsa Alfredo para obtener un golpe de queso y una voluptuosa dosis de textura aterciopelada.

Con su nota fresca de eneldo y perejil y su destello de picante de la pimienta de cayena, puede convertirse en su favorito para ensaladas y salsas de verduras.

Obtenga la receta del aderezo ranchero.

3. Arancini Alfredo con queso

Dado que Alfredo y la pasta son una combinación perfecta, se deduce que la salsa también amplifica el arroz, como en estas decadentes bolas de arroz. El uso de la freidora de aire significa que estos arancini no necesitan aceite para cocinarse.

Obtenga la receta de arancini Alfredo con queso.

4. Coliflor entera asada

La coliflor asada entera aporta textura, sabor y beneficios para la salud. En lugar de utilizar una taza de queso cheddar rallado, utiliza media taza y sustituye la otra mitad por salsa Alfredo. Le añadirá cremosidad y sabor, ya que se infiltra en los ramilletes y llega a todos los rincones.

Consigue la receta completa de coliflor asada con queso.

5. Pollo a la parrilla con salsa cremosa de limón

El pollo a la parrilla es el complemento perfecto para la salsa Alfredo. En esta receta, sustituye la nata espesa por Alfredo para conseguir una mayor sedosidad y una nota de sabor a queso que se combina bien con el brillo del limón.

Consigue la receta de pollo a la parrilla con salsa cremosa de limón.

6. Cazuela de brócoli

Añade más dinamismo a una cazuela clásica en tu próxima reunión cambiando la nata por la salsa Alfredo. En este caso, una cobertura de galletas añade un crujido irresistible, mientras que las cebollas y el ajo proporcionan un contraste picante con el trío de quesos.

Consigue la receta de la cazuela de brócoli.

7. Pizza Alfredo

Esta pizza blanca requiere una salsa Alfredo casera, pero nadie se dará cuenta si usas la de bote como atajo. Hazlo y tendrás la cena en la mesa en menos de 30 minutos, una cena increíblemente sabrosa y con queso.

Consigue la receta de la pizza Alfredo.

8. Cazuela de galletas de pollo Alfredo en una olla

Hola, ¡comida reconfortante! Tu pastel de pollo favorito se convierte en una aventura de sabor con la adición de salsa Alfredo y una cobertura de galletas. Y, además, hay brócoli, zanahorias y cebollas, por lo que esta comida para pegar las costillas no carece de valor nutricional.

Consigue la receta de cazuela de galletas Alfredo de pollo en una olla.