9 métodos naturales para combatir la sequedad vaginal y aumentar la lubricación, según un ginecólogo

La lubricación vaginal natural está impulsada en gran medida por la hormona estrógeno y desempeña un papel crucial tanto en las relaciones sexuales como en la salud vaginal. Cuando los niveles de estrógeno son bajos, puede provocar que el tejido vaginal se vuelva fino, frágil y seco, lo que hace que las relaciones sexuales sean dolorosas.

Puedes usar un lubricante comprado en la tienda para ayudar a la sequedad vaginal, sin embargo, algunos lubricantes pueden en realidad extraer la humedad natural y empeorar la sequedad. Por lo tanto, es importante buscar lubricantes que promuevan la hidratación vaginal.

Otra opción son las vitaminas y los suplementos que pueden ayudar a aumentar la lubricación femenina de forma natural al potenciar los niveles de estrógeno.

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Esto es lo que necesitas saber sobre la sequedad vaginal y cómo potenciar la capacidad natural de tu cuerpo para autolubricarse.

Las personas de todos los grupos de edad pueden experimentar sequedad vaginal, pero es más común en las que están en la menopausia. Otras causas de la sequedad vaginal son:

• Fluctuaciones hormonales debidas a los ciclos menstruales, el parto y la lactancia
• Quimioterapia
• Medicamentos para el acné
• Anticonceptivos hormonales
• Ciertos trastornos autoinmunes como el síndrome de Sjogren
• Desequilibrios dietéticos

Si se experimenta sequedad vaginal, debe tratarse lo antes posible, dice Sadaty. Busque ayuda médica si la sequedad es persistente o dolorosa.

"Si dejas que la sequedad y el adelgazamiento vaginal se prolonguen lo suficiente, a veces es más difícil arreglarlo", dice Sadaty. "En algún momento, es difícil restaurar la anatomía".

He aquí algunas formas naturales de combatir la sequedad vaginal y aumentar la lubricación:

Esta vitamina es importante para el desarrollo de las membranas mucosas, que incluyen el revestimiento de la vagina. "Es útil en términos de hidratación y producción de colágeno", dice la doctora Anita Sadaty, médico de cabecera de obstetricia y ginecología en el Northwell Health System de Nueva York.

La vitamina A puede tomarse por vía oral, dice, pero no debe tomarse en exceso. "Si la vitamina A se vuelve extremadamente alta puede haber lesiones en el hígado, pero honestamente es bastante difícil tener una sobredosis".

Las secreciones vaginales pueden verse alteradas por factores tanto hormonales como dietéticos. Una función inmunitaria adecuada es importante cuando se trata de la salud vaginal, y el complejo de vitamina B -un suplemento que incluye los ocho tipos de vitamina B- refuerza la función inmunitaria.

Puede tomarse como suplemento o absorberse a través de los alimentos, como las aves de corral, el pescado, las patatas y los plátanos. Pero un exceso puede ser peligroso. Puede provocar falta de control muscular, problemas estomacales y lesiones dolorosas.

El beta-caroteno es una provitamina, lo que significa que su cuerpo lo utiliza para producir otra vitamina, en este caso, la vitamina A. Como se ha dicho anteriormente, la vitamina A ayuda a evitar la sequedad vaginal.

El betacaroteno se encuentra en alimentos como las zanahorias, las verduras de hoja verde oscuro, los boniatos, el brócoli, el melón y la calabaza de invierno. Aunque no es tóxico en dosis elevadas, su exceso puede hacer que la piel adquiera un tono amarillo anaranjado, entre otros efectos secundarios.

"En general, los ácidos grasos esenciales ayudarán a mejorar la arquitectura de la mucosa vaginal", dice Sadaty. Un estudio de 2012 descubrió que los omega-3 reducen significativamente la sequedad vaginal durante seis meses entre las supervivientes de cáncer de mama posmenopáusicas con atrofia vaginal (vaginitis atrófica), que es un adelgazamiento, sequedad e inflamación de las paredes vaginales.

Sadaty afirma que, aunque ha habido preocupación por la posibilidad de que niveles elevados de omega-3 puedan provocar un adelgazamiento de la sangre o un exceso de hemorragias, las investigaciones no respaldan esa afirmación.

Esta es otra vitamina que puede ayudar a promover la lubricación vaginal. Un pequeño estudio de 2016 con 52 mujeres posmenopáusicas demostró que los supositorios vaginales de vitamina E ayudaron a la mayoría de los sujetos con síntomas de atrofia vaginal, incluida la sequedad. La vitamina E también se puede ingerir a partir de varios alimentos, incluyendo aceites vegetales, frutos secos, semillas, frutas y verduras.

"Alimentos como las semillas de calabaza y girasol son buenos para la sequedad", dice Sadaty. Cuando se obtiene de forma natural a través de los alimentos, la vitamina E no conlleva ningún riesgo. Pero en forma de suplemento, las dosis elevadas de vitamina E podrían aumentar el riesgo de hemorragia al interferir en la capacidad de coagulación de la sangre. Esto podría provocar un accidente cerebrovascular hemorrágico, o una hemorragia cerebral, aunque es poco frecuente.

El cuerpo produce la hormona dehidroepiandrosterona (DHEA), que a su vez ayuda a producir otras hormonas, incluido el estrógeno. Los niveles de DHEA alcanzan su punto máximo en los primeros años de la vida adulta y disminuyen con la edad. En el caso de la sequedad vaginal, el médico puede recetar una versión sintética de la DHEA en forma de tratamiento oral o de crema tópica.

Un estudio de 2016 que abarcó 12 semanas descubrió que las secreciones vaginales mejoraron en las participantes entre un 86% y un 121% con respecto al efecto placebo. Sin embargo, los tratamientos con DHEA pueden tener algunos riesgos, como un aumento del riesgo de cánceres sensibles a las hormonas, como el de mama y el de ovarios. También debe evitarse si se tiene el colesterol alto.

Hay dos tipos de tratamientos con estrógenos para la sequedad vaginal:

1. Terapia hormonal sistémica: Este tratamiento se presenta en forma de píldora, parche cutáneo, anillo, gel, crema o spray y se absorbe en todo el cuerpo. Las mujeres con antecedentes de problemas de coagulación o cáncer de mama deben evitar su uso.
2. Productos de estrógeno vaginal de baja dosis: Esta opción de tratamiento se presenta en forma de crema, tableta o anillo y tiene la ventaja añadida de que reduce el riesgo de cánceres sensibles a las hormonas porque hay menos peligro de que se absorba demasiado estrógeno en el torrente sanguíneo. "Hay estrógenos que se absorben [en la sangre], pero no son medibles", dice Sadaty. "En general, se considera seguro. Incluso las mujeres que han tenido cáncer de mama pueden usarlo con criterio."

El ácido hialurónico es una molécula que existe de forma natural en tu piel y es clave para mantenerla hidratada.

Sin embargo, también se puede obtener ácido hialurónico en forma de gel tópico, que según múltiples estudios puede ayudar a la sequedad vaginal en las mujeres posmenopáusicas.

Uno de los factores más importantes para equilibrar tus hormonas es un bajo nivel de estrés, dice Sadaty. Las investigaciones son todavía limitadas, pero se cree que el estrés, la ansiedad y la depresión empeoran la sequedad vaginal.

Para combatirlo, Sadaty recomienda los "tres grandes": ejercicio, dieta equilibrada y sueño suficiente. Las investigaciones demuestran que el ejercicio desempeña un papel fundamental en la felicidad y la capacidad de recuperación emocional. Los estudios también han descubierto que el sueño no sólo reduce el estrés al recargar y restaurar el cuerpo, sino que conduce a una mayor satisfacción en la vida.

Y aunque una dieta concreta puede ser una herramienta importante para controlar el estrés, también hay alimentos ricos en las vitaminas mencionadas anteriormente que pueden reducir drásticamente la sequedad, como las verduras, los frutos secos, las semillas y las grasas saludables.

La lubricación vaginal es un aspecto clave de la salud general y la satisfacción sexual. Quienes tienen problemas con ella pueden tener deficiencias de estrógenos, que pueden tratarse con vitaminas, suplementos, tratamientos hormonales y cremas.

Las personas que experimentan problemas de lubricación vaginal deben buscar asesoramiento médico lo antes posible. Consulte siempre a un profesional médico antes de tomar suplementos o medicamentos.