Antiguos tratamientos de belleza que funcionan
Antiguos tratamientos de belleza que funcionan, ¿te animas a probarlos?
Lo de buscar una piel suave y bonita y un rostro más bello no es nada nuevo. Durante años, se ha investigado para mejorar los tratamientos de belleza en los salones profesionales con las tecnologías más avanzadas pero, como ocurre en todo, no hay nada como los trucos caseros que aprendimos de nuestras abuelas y que, a su vez, ellas aprendieron de sus madres. Si tú también confías en los elementos naturales y en los tratamientos caseros más tradicionales, en este artículo te hablaremos de algunos tratamientos de belleza que se utilizaban en la antigüedad y que, por mucho que haya avanzado el mundo de la cosmética, no han perdido sus propiedades.
Algunos de estos antiguos tratamientos huelen bien, otros no tanto, pero todos conseguirán darle a tu piel una belleza clásica y pura que te hará estar resplandeciente y belleza en las próximas semanas.
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Mascarilla de huevo. El huevo tiene muchas propiedades tanto para nuestra salud como para nuestra belleza, por eso no solo es uno de los alimentos que no podemos olvidar en nuestra dieta si queremos proteínas para un pelo bonito, también puede ser uno de los elementos básicos de nuestra rutina de belleza facial si queremos conseguir un rostro como nunca hemos tenido. Desde hace siglos, la mujer ha recurrido al huevo para fabricar mascarillas caseras que ayudaran a aportar luz, proteínas y a hidratar la piel como se merece. Por eso, aún hoy hay quien combina sus cremas más potentes con el uso de huevos como mascarillas para tratar la piel seca o simplemente para darle un poco más de brillo y elasticidad. Si quieres probarlo, te recomendamos preparar una mascarilla con claras de huevo para poner en tu cuello y en tu rostro. Deja que se seque y que actúe unos minutos antes de enjuagar bien tu cara y notarás como tu piel se vuelve más tersa y más joven, haciendo que esté resplandeciente y bella.
La crema fría. Este invento se remonta al siglo II y puede decirse que es uno de los primeros cosméticos que se fabricaron y el primer desmaquillante que se inventó. Fue un médico imperial el que tuvo la idea de mezclar grasa y agua y combinar esta mezcla con algunos materiales orgánicos, como partículas de maquillaje que eran capaz de disolverse cuando se aplicaban sobre la piel. Para mejorar su aroma, añadió agua de rosas, logrando así un agradable producto que se aplicaba frío sobre el rostro para eliminar el maquillaje y lograr así un rostro más limpio. Si consigues reunir estos materiales, puedes elaborar un desmaquillante milenario que te dará la belleza clásica de los primeros cosméticos caseros.
Estiércol de cocodrilo. Por más que te digamos que funciona, sabemos que habrá algunos productos de belleza que no utilizarás. Como este elaborado con estiércol de cocodrilo, algo que no debe ser muy agradable de aplicar sobre la piel. Sin embargo, antes de que se inventaran las cremas agradables que hoy en día ponemos sobre nuestra piel, este producto era muy codiciado por aquellas que deseaban cuidar su piel. Con él se se elaboraban distintos productos que ayudaban a mantener la piel suave y bonita, aunque parezca mentira. Es cierto que hoy en día, algunos de los cosméticos que utilizamos, también están elaborados de productos que no nos gustaría conocer pero, al menos, están modificados para que su aplicación sea agradable y con buen olor.
Leche, aceite y miel. Estos elementos ta sencillos y al alcance de cualquiera eran la clave de la piel perfecta y bella de Cleopatra. Para tratar su piel y conseguir esa belleza que pasó a la historia, Cleopatra llenaba una bañera de leche, miel y aceite y permanecía dentro en un baño relajante que le sería para dejar su piel perfecta. Aunque son productos fáciles de conseguir, es cierto que no cualquier puede permitirse llenar una bañera con ellos, pero sí puedes probar a elaborar una especie de leche corporal con ellos para guardarla en un recipiente y aplicarla sobre tu piel. Estos tres productos tienen grandes propiedades hidratantes que conseguirán aportarle suavidad a tu piel de la forma más natural posible.
Agua de rosas. Pocas cosas debe haber más agradables que sumergirse en un relajante baño de agua de rosas. La aromaterapia se mezcla con las propiedades de este agua para proporcionarte placer, relajación y una excelente suavidad en la piel. Además, este agua es perfecta para limpiar la piel de impurezas y dejarla reluciente, por eso se utilizaba antiguamente como limpiador facial o desmaquillante, capaz de eliminar la suciedad y los restos de maquillaje. Si consigues hacerte con agua de rosa, puedes probar a tratar tu piel con ella para experimentar la relajación y la suavidad que aporta, siendo este producto uno de los más milenarios y utilizados en cosmética desde hace siglos.
Los avances en cosmética nos permiten disfrutar de productos para nuestro cara y nuestro cuerpo cada vez más avanzados y mejorados, pero no olvidemos que los productos naturales son la base de todos ellos y que, antiguamente, las mujeres conseguían elaborar sus propios tratamientos de belleza desde los productos más básicos. Si quieres pasarte a la cosmética natural, encontrarás multitud de remedios caseros basados en antiguos tratamientos de belleza que también te ayudarán a cuidarte.