Comienza la carrera electoral. ¿A quién debemos confiar nuestro voto?

Hace sólo unos días que Rishi Sunak salió a la calle sin paraguas y bajo un aguacero para convocar elecciones anticipadas para el 4 de julio, una decisión que sorprendió incluso a sus colegas más cercanos. Pero ya se empiezan a vislumbrar los temas clave, las personalidades y los posibles escollos que marcarán esta carrera hacia el número 10.

Todos los partidos principales persiguen el voto femenino, sabiendo que tradicionalmente somos más propensas que los hombres a decidirnos relativamente cerca del día de las elecciones y, por tanto, teóricamente más abiertas a la persuasión, aunque puede ser una tarea ardua, ya que los laboristas parten con más de 20 puntos de ventaja. (Según una encuesta realizada por YouGov en vísperas de la campaña, el 18% de las mujeres aún no están seguras de a quién votarán, frente a sólo el 11% de los hombres).

Aunque los partidos aún no han publicado sus programas electorales, se espera que los conservadores destaquen su promesa de 30 horas gratuitas de guardería para los padres que trabajan, aunque se enfrentarán a preguntas sobre si se financian adecuadamente. Y no se sorprenda si las campañas de los padres a favor de una infancia libre de teléfonos inteligentes, o la preocupación por cómo la pornografía en línea está afectando a las mujeres jóvenes, también surgen en los mítines.

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Los laboristas han dicho que mantendrán el plan tory de ampliación de las guarderías si ganan, y harán hincapié en las promesas de reducir a la mitad la violencia contra las mujeres y las niñas: es de esperar que Keir Starmer hable mucho de su carrera anterior a Westminster como Director de la Fiscalía (cuando dio prioridad a llevar a juicio más casos de violación), mientras que la secretaria del Interior en la sombra, Yvette Cooper, promete medidas enérgicas contra la violencia doméstica y los delincuentes sexuales.

Los Liberales Demócratas podrían hablar de un permiso parental retribuido más generosamente, de resolver el problema de la asistencia social y de limpiar los ríos y las playas lo suficiente para que puedan bañarse los salvajes, un tema candente durante las elecciones locales de mayo.

Aunque algunas pioneras feministas se retirarán del Parlamento en estas elecciones -como las laboristas Harriet Harman y Margaret Beckett, que fueron brevemente líderes interinas de su partido, y la ex primera ministra Theresa May-, habrá muchos rostros femeninos al frente de las campañas. Laura Trott, secretaria general del Tesoro y aliada de Sunak, transmitirá el mensaje principal de los conservadores de que la economía está cambiando; Daisy Cooper, vicepresidenta del Partido Liberal Demócrata, también estará en todas las ondas, mientras que Carla Denyer, colíder del Partido Verde, confía en lograr un gran avance gracias al creciente temor al cambio climático y a la guerra de Gaza, que atrae a algunos laboristas hacia su partido.

Por su parte, la vicepresidenta del Partido Laborista, Angela Rayner, podría ser la estrella de la llamada gira electoral del "autobús de batalla", que lleva a los periodistas por todo el país; también está a cargo de un paquete de derechos laborales, que incluye medidas enérgicas contra el acoso sexual y apoyo a las mujeres menopáusicas en el trabajo, además de planes para la construcción masiva de viviendas, diseñados para captar la atención de la Generación del Alquiler.

Rishi Sunak ofrecerá un alivio a los propietarios cuyas hipotecas se han disparado, argumentando que el Banco de Inglaterra podría recortar pronto los tipos de interés. Pero los laboristas se centran más en los inquilinos que luchan por acceder a la vivienda, en la lucha contra los caseros poco fiables y en la inseguridad que supone preocuparse constantemente por si uno va a tener que mudarse.

Bueno, ése era el plan. Pero no habían pasado ni 24 horas de campaña cuando los planes de todos se desbarataron espectacularmente: desde la lluvia y los ruidosos manifestantes callejeros que causaron estragos en la gran revelación electoral de Sunak, hasta la noticia de que el ex líder laborista Jeremy Corbyn se presentará como independiente contra el partido que una vez lideró.

También son más que capaces de provocar un drama imprevisto los ex líderes conservadores que no son lo bastante ex para Rishi Sunak. Liz Truss se presentará a las elecciones por su antiguo escaño en Norfolk y, aunque no se presenta, ¿podrá Boris Johnson resistirse al atractivo de una última vuelta en el candelero?

Sin embargo, lo emocionante de unas elecciones es que siempre son las cosas que nadie previó en sus sueños más salvajes -desde John Prescott pegando a un votante que le tiró un huevo en 2001, hasta jugosos escándalos de última hora- las que incendian la campaña.