Cómo convencer a tu pareja de tener gato, perro u otra mascota
Cómo convencer a tu pareja de tener gato, perro u otra mascota, eso es lo que tú quieres saber.
Y es de momento, has recibido un “No” como respuesta y es que parece ser que tu pareja no quiere que, además del amor que os profesáis en casa, le profeséis amor a un nuevo miembro de la familia que tendría cuatro patas: tu pareja no quiere tener gato, perro u otra mascota en casa. Y eso no te gusta.
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Piensa que tener una mascota en casa no es como tener un peluche que puedas querer abrazar, usar y tirar a la basura cuando te canses, no. Los animales domésticos tienen sentimientos y viven mucho tiempo, así que si vas a compartir los cuidados de un gato, perro u otra mascota con tu pareja, vuestra relación de pareja tiene que ser firme y duradera, tiene que ser más larga que la vida de la mascota. Muchas parejas rompen su relación mientras las mascotas siguen vivas y tienen que repartirse la custodia del animal doméstico, como si fuera un hijo. Y es que en realidad lo es. Recuerda, también, que los animales domésticos siempre deben adoptarse y que no está bien comprar un perro. O un gato. ¡Hay muchos perritos y gatitos abandonados que necesitan de tu cariño! De ti depende salvarles la vida y que disfruten del calor de un hogar.
Debes ser muy inteligente a la hora de convencer a tu pareja de tener gato, perro u otra mascota en casa. Debes contarle todos los beneficios que traerá el nuevo miembro al hogar, usando siempre argumentos de peso que certifiquen que estás en lo cierto cuando dices que quieres adoptar una mascota. Los animales domésticos requieren menos inversión que un hijo (no van a la Universidad ni cometen travesuras que puedan exigir el pago de una multa) y además son muy buenos siempre y es que es muy ventajoso tener uno en casa: las mascotas ayudan a levantar el ánimo y es que, si adoptas un perrito, saldrás más a menudo a pasear. De esa forma, se reducirán tus niveles de colesterol y triglicéridos y estarás más sana. Los gatos te harán caminar menos por la calle pero sí te harán corretear por casa. Son limpios y aseados y, lo más importante, adoran los mimos y te darán amor verdadero. Además, el nuevo gato te ayudará a relajarte y, por tanto, a reducir el estrés. Sólo son beneficios, como puedes leer. Es probable que tu pareja, que en este momento es reacia a adoptar un animal doméstico, después sea la persona de la relación que más pasee al perro y más mime al gato. ¡Le convertirá en una persona muy feliz! ¡Te sorprendería saber cómo cambian las personas de opinión!
En caso de divorcio, el Código Civil español piensa en el destino de las mascotas. Podrás encontrar más información en el artículo 333, donde se especifica que los dos miembros de la pareja pueden reclamar en propiedad a la mascota. O también pueden repartirse la custodia. En caso de que el gato, perro u otra mascota ya fuera tuya antes de casarte, el Código Civil español establece que la custodia será tuya exclusivamente en caso de divorcio o separación. Sin embargo, son muchas las parejas que fracasan antes de casarse y hay altísimas probabilidades de que formes parte de las desastrosas estadísticas amorosas que aseguran que el amor dura tres años.
En caso de que vuestra relación sea estable y vayáis a seguir compartiendo vuestro amor durante mucho tiempo, no te costará convencer a tu pareja de tener gato, perro u otra mascota. Sabrá entenderte, sabrá que necesitas y, si de verdad quieres tener un animal doméstico, cambiará de opinión por ti y aceptará ser uno más en la familia. Es importante que, como tú, tu pareja sea consciente de la gran responsabilidad que es tener un animal doméstico en casa. Tal vez no podáis volver a iros de viaje en los siguientes quince años pero no pasa nada, salvarle la vida a un animal que está en peligro es más importante que cualquier tipo de placer humano.
En caso de que la decisión de tu pareja sea inamovible y tu pareja no quiera que tengáis en casa gato, perro u otra mascota, puedes prometerle que tú te harás cargo totalmente de la mascota, es decir, tu pareja no tendría que hacer nada: ni sacarle a pasear para que haga caca en caso de que quieras un perro, ni cambarle el arenero donde hace caca en caso de que quieras un gato o un conejo. Prométele que la presencia de vuestra nueva mascota pasará desapercibida pero no te olvides de no prometer nada que no puedas cumplir. Si le dices que vas a encargarte tú, deberás encargarte tú. No puedes mentirle en este aspecto porque el más perjudicado por tu mentira será el gato, perro u otro animal doméstico que quieras adoptar. Y si, a pesar de esta promesa, tu pareja no confía en ti y no accede a tus deseos y no quiere ayudarte a cumplir tu sueño de tener en casa un gato, un perro u otra mascota, deberás mudarte tú a otra casa con tu gato, perro u otra mascota y dejar atrás cuanto antes a esa pareja que no se quiere dejar convencer del amor que dan los animales domésticos.
Así, ya no tendrás que convencer a tu pareja de tener gato, perro u otra mascota