¿Cómo echar un mal de ojo a alguien que odies?
Seguro que has oído hablar de ello, pero ¿sabes cómo echar un mal de ojo a alguien que odies?
Si eres supersticiosa o crees en la brujería, seguro que te habrás preguntado alguna vez qué es lo que hay que hacer para echar un mal de ojo a alguien y que de verdad funcione. Todos hemos pensado en algún momento de nuestra vida en el que no dejaban de sucedernos cosas malas que quizás alguien nos hubiera echado un mal de ojo, incluso aquí te hemos hablado de lo que puedes hacer para deshacerte de él. Pero seguro que nunca te han explicado cuáles son los pasos a seguir para echar un mal de ojo a alguien.
A continuación te daremos una guía de cómo puedes enfrentar a esa persona que tanto odias y echarle un mal de ojo para que todas las cosas negativas se vuelvan sobre ella, vengándote así de todo lo que te hizo. Debes tener cuidado y usar el mal de ojo con precaución, ya que necesitarás acumular mucho odio hacia alguien para conseguirlo. No debes abusar de él ya que se requiere pensar acerca de los sentimientos negativos que tenemos hacia esa persona con mucha intensidad y si nos pasamos el día reuniendo pensamientos negativos sobre distintas personas, toda esta negatividad y este odio estarán constantemente en nuestra cabeza, haciendo que nos sintamos cada vez peor.
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Si crees que hay alguien que de verdad se merezca un mal de ojo, a continuación te contamos qué es lo que tienes que hacer para echárselo tú misma.
Prepárate para un posible confrontación y sus consecuencias. Cuando te encuentres con esta persona y le eches el mal de ojo, ella se dará cuenta, ya que este es uno de los propósitos de echarlo. Esto puede provocar reacciones en ella que seguramente os llevarán a una confrontación, así que debes estar preparada para ello. No pienses que podrás echarle el mal de ojo y salir airosa de la situación, es probable que se genere una disputa o que tengas que exteriorizar tu odio directamente. Disimularlo no te funcionará en este caso.
Busca tus motivos. Como hemos dicho, no podemos ir echando un mal de ojo a cualquiera que nos niegue el saludo, si no que necesitamos un buen motivo para hacerlo. Antes de dar el paso de echar el mal de ojo a alguien, dedica un tiempo a pensar cuáles son tus motivos y cuál es el origen de tu odio hacia esa persona. Si tienes razones suficientes, los pensamientos se sucederán solos y podrás acumularlos en tu mente con mayor facilidad. Si esta persona no ha hecho realmente nada para ser tu enemiga, no encontrarás razones para generar esta fuerza negativa para echarle el mal de ojo.
Genera la energía negativa. Para generar en tu mente toda la energía negativa que queremos construir para enviarle a esta persona en forma de mal de ojo, debemos generar cólera en nosotras mismas pensando acerca de actuaciones y gestos que esa persona ha tenido desde que la conocemos. No servirá si tan solo estás molesto por algo concreto que te pasó ayer, si no que será más efectivo cuando esa persona nos lleva molestando y generando conflicto desde hace años. Repasa vuestros encuentros, peleas y discusiones y construye tu energía negativa a raíz de todo eso.
Manténlos en mente. Una vez que sientas que todos tus pensamientos han conseguido generar una energía negativa potente en tu mente, no dejes que se vaya. Manténla en tu cabeza y piensa en las cosas malas que se merece que le pasen por todo lo que ha hecho.
Encuentra un buen momento. El mal de ojo se echa después de que la otra persona te haya irritado por algo. Cuando lo haces, debe de ser un gesto evidente en el que ella note lo que ha ocurrido. Para eso debemos de buscar el momento adecuado, ya que no podemos quedar con esta persona y, mientras estamos teniendo una conversación tranquila, echarle el mal de ojo. Debemos buscar un momento de confrontación y, cuando estemos completamente molestas e irritadas por el comportamiento de esta persona, entonces echamos el mal de ojo, utilizando un gesto evidente en el que ella lo note.
Proyecta una imagen relajada. Cuando sepas que te vas a encontrar con esta persona, o cuando lo hagas de casualidad, no dejes que todas esa negatividad que has acumulado se note en tu rostro. Tu expresión debe ser relajada y serena, sin ningún gesto negativo ni de odio. Esto intimidará más que si apareces enfadada desde el primer momento, ya que tu reacción será inesperada.
Busca el contacto visual. Una vez que hayas visto dónde esta esa persona, tanto si esta frente a ti como si está en otra mesa del mismo bar, intenta que se produzca contacto visual. Puede que esto no sea fácil, pero no te rindas. Si la miras durante un tiempo prolongado, esta persona acabará notando tu mirada y se girará hacia a ti. En este momento, mírala a los ojos hasta lograr que ella también te mire. Cuando más tiempo haga que conoces a esa persona, más tiempo deberás alargar este contacto visual. Después de este tiempo, retírale la mirada y recobra el gesto tranquilo y relajado que tenías antes.
Sigue con tu vida normal. En el mismo instante que le apartas la mirada, debes continuar haciendo justo lo que estabas haciendo antes de que vieras a esta persona. Sigue leyendo, jugando con tus hijos o comiendo como si no hubiera ocurrido nada, con naturalidad y una sonrisa.
Ahora que sabes cómo echar un mal de ojo a alguien, usa bien este poder.