Cómo romper un mal hábito
Como humanos, todos tenemos malos hábitos. A pesar de que soy un médico intuitivo y consejero licenciado que ha estado ayudando a la gente a romper los hábitos negativos -incluso las adicciones- durante mucho tiempo, no soy perfecto. A pesar de que sé exactamente qué hacer para romper mis malos hábitos y estoy trabajando en ello, no los he conquistado todos. La mayoría de nosotros sabemos lo que tenemos que hacer, pero aún así nos cuesta parar. Espero que los consejos de este artículo te sirvan de recordatorio de lo que ya sabes y también te den unas cuantas estrategias nuevas para reforzar unos hábitos más saludables y productivos.
Un hábito molesto y poco atractivo que tengo es el de rascarme las cutículas. Soy una persona bastante táctil, lo que significa que me gusta tener las manos y los dedos en movimiento. Puedo ser bastante sensible en lo que respecta a las texturas; tal vez por eso me molesta tanto la piel suelta o seca alrededor de las uñas. Sin embargo, como sabe cualquiera que comparta mi hábito, arrancarse las uñas no hace más que agravar el problema, ya que es doloroso y hace que quede expuesta más piel seca e irregular. Entender por qué se tiene ese hábito es un primer gran paso para intentar dejarlo.
7 maneras de romper un mal hábito El mal hábito que podría ser la causa oculta de las arrugas
Dos remedios sencillos que me han resultado útiles son hacerme la manicura con regularidad y encontrar otra cosa en la que ocupar mis manos. Me gusta mucho el aspecto de mis uñas después de pintarlas, y las manicuras pueden ser caras, así que esto me motiva a abstenerme de mutilar mis cutículas. También me di cuenta de que es más probable que me pique cuando estoy en una llamada con un cliente. Para contrarrestar esto, compré una goma de borrar grande, y la separo en trozos y moldeo los fragmentos en forma de bolas, flores o incluso animalitos. Con el tiempo, me he enseñado a ir automáticamente a por mi goma de borrar cuando me siento en mi escritorio.
He aquí algunas estrategias que le ayudarán a dejar un mal hábito. El tiempo que le lleve depende de su nivel de determinación y de su deseo de cambiar. Alguien que quiera dejar de fumar puede beneficiarse especialmente de las dos primeras estrategias. Fumar afecta a la salud no sólo del fumador, sino también de todos los que le rodean, y dejar de fumar tiene muchos beneficios a corto y largo plazo. Todo el mundo sabe por qué fumar no es saludable y por qué tiene que dejarlo, pero puede que no piense en ello en términos personales.
- Haz una lista de los problemas que el hábito te causa a ti y a las personas que te rodean. Si observas por escrito las formas en que tus acciones pueden estar afectándote negativamente a ti, a tu medio de vida y a las personas que te importan, será más difícil ignorarlas o negarlas.
- Haz una lista de los beneficios que te aportaría a ti y a tus seres queridos dejar el hábito.
- Como he dicho antes, averigua qué propósito tiene el hábito y por qué lo haces. ¿Estás aburrido y te ayuda a pasar el tiempo, como pasar mucho tiempo en las redes sociales o ver Netflix? ¿Participar en las redes sociales te hace sentir menos solo y te ayuda a evitar tu miedo a abordar la ansiedad social? Descubrir el problema subyacente y abordarlo hace que la necesidad del hábito desaparezca.
- Encuentre otra cosa que ocupe el lugar del hábito. En lugar de tomar un tentempié poco saludable cuando estés aburrido o cansado, da un paseo de 10 minutos o prepara una taza de té.
- Fija objetivos y recompénsate por tus logros. Empieza con algo factible, como cambiar tu patrón por un día, y haz algo agradable para ti. Haz que el siguiente objetivo sea de tres días, y luego de una semana. Cada vez que consiga su objetivo, sentirá una sensación de orgullo y sabrá que puede vivir sin su hábito. Si tienes miedo a dejar de hacerlo, cada vez que lo hagas, desafiarás ese miedo.
- Busca ayuda. No hay nada malo en pedir ayuda a un terapeuta o a un amigo, o incluso en probar algo como la hipnoterapia. No siempre tenemos que hacerlo todo nosotros mismos, y hace falta más fuerza para admitir que necesitamos ayuda que para fingir que no la necesitamos.
- Decide cuánto quieres o incluso necesitas dejar de fumar. Es fácil ser duros con nosotros mismos o sentirnos culpables porque no estamos cumpliendo con las falsas expectativas de perfección. A menudo pensamos que "deberíamos" ser de una determinada manera cuando en realidad sólo necesitamos ser nosotros mismos. Centrarnos en nuestras "imperfecciones" nos hace sentirnos mal y como si no nos mereciéramos el amor propio o el cuidado de nosotros mismos. Cuanto más nos cuidemos a nosotros mismos, menos tiempo tendremos para comportamientos que son potencialmente perjudiciales o que nos hacen perder el tiempo.
Independientemente de los hábitos destructivos que intente cambiar, es importante que sea paciente consigo mismo. Por ejemplo, si tienes 35 años y te picas la piel desde que estabas en el instituto, te llevará algún tiempo contrarrestar más de 17 años de hacer un determinado comportamiento. Si solía hurgarse todas las mañanas y todas las noches y, al cabo de unos meses, sólo se pica por la noche, celebre esa mejora. Es posible que se sienta frustrado o decepcionado por no poder dejar de hacerlo de la noche a la mañana. Sin embargo, este tipo de pensamientos no le servirán a largo plazo. Si eres constante y sigues recordándote a ti mismo por qué quieres cambiar, estoy seguro de que tendrás éxito.