barra head

Cómo teñirte el pelo en casa

TENEMOS EL MÉTODO PARA TEÑIRTE EN CASA COMO EN UNA PELUQUERÍA.

Tenemos el método para teñirte en casa como en una peluquería.


Tenemos el método para teñirte en casa como en una peluquería, sin perder tiempo, ahorrando dinero, a la hora que te apetezca, a tu ritmo, escuchando tu música favorita ¿qué más se puede pedir? Teñirse el pelo es una tarea de bastante responsabilidad para nuestros peluqueros y también para nosotras mismas, pero si sigues estos consejos es posible que de repente te parezca una buena opción para hacer tú misma. Porque nadie mejor que tú sabe de qué color quieres tener el pelo.

Vamos a empezar por el color que es sin duda la parte principal de este tutorial. La elección del color que vas a ponerte no tiene que estar basada sólo en esa melena de la actriz de turno que has visto y de la que te has encaprichado. Tienes que tener en cuanta tus cualidades físicas para seleccionar el color de pelo que mejor va contigo.

El rubio es el color más deseado. Es poderoso y suaviza los rasgos faciales. Y tiene dos significados, el de pureza, la imagen de mujer inocente y un cierto guiño a la infancia. Por otro lado, puede darte un aire de mujer fatal, muy seductora, muy poderosa.

El negro es muy extremo, transmite , personalidad, misterio. Se asocia a la cultura latina por un cierto aire de visceralidad, arte. Es exótico si se asocia con oriente. Y sobre todo, lo más importante que debes considerar si eliges este color, es que endurece los rasgos.


El castaño es brillo. Sí es conformismo y no llama especialmente la atención por sus cualidades de seducción o atrevimiento. Pero es una opción segura si lo que buscas es mantener una imagen de pelo cuidado y/o tapar canas.
Los tonos pelirrojos tienen valores cercanos a los de los rubios en cuanto a poder de seducción pero además añaden ciertas connotaciones de ingenuidad. Las pelirrojas son salvajes con una dimensión bucólica, campestre, silvestre…


Y el caoba, que no existe en la naturaleza siempre se adapta a una imagen de querer cambiar sin asumir grandes riesgos. Es decir que quieres que se note que te has teñido el pelo pero no te atreves con un color de fantasía como podría ser el rosa, el azul o el verde.


Elegido el color te toca elegir el tipo de coloración dependiendo de cuánto quieres que dure tu cambio, tendrás que escoger entre coloración fugaz que se borra al primer lavado y sólo proporciona una modificación temporal en el color de tu cabello. La coloración de este tipo aporta reflejos, reavivando el matiz natural de tu cabello. Es una buena opción si no estás muy convencida de hacerte un cambio radical para ir viéndote antes de adoptar un nuevo color definitivamente. Y como no contiene oxidares ni amoniaco, no dañará tu cabello.


Después está la coloración tono sobre tono o semi-permanente también conocida por no producir un efecto raíz. Es más duradera que la coloración fugaz, aporta luminosidad y reflejos de color al cabello y cubre las canas sin que se pierda del todo el color natural de tu cabello.


Coloración tono sobre tono o semi-permanente es duradera y sin efecto raíz. Se utiliza para dar luminosidad al cabello, suaves reflejos y cubrir las canas sin perder de vista completamente el color natural. Este tipo de coloración tampoco tiene amoniaco, los tintes llegan a tu cabello sin alcanzar el centro de la fibra capilar por lo que es muy recomendable para subir los primeros cabellos blancos. Y dura entre 4 y 6 semanas.


Y por último está la coloración permanente, que permite teñir, aclarar, ocultar las canas por completo, crear efectos especiales… eso sí, la coloración permanente es la más agresiva, contiene oxidantes como el amoniaco porque de lo contrario la modificación del color sería imposible. Su acción es definitiva y cubre al 100%. Su presencia se nota cuando nos crece el pelo, por las raíces, por lo que la repetición en su aplicación debería hacerse cada 6 u 8 semanas, depende de a qué velocidad nos crezca el cabello.


Ya hora que has elegido tu color y el tipo de coloración, llega el momento de ponernos manos a la obra. O mejor dicho de enfundarnos los guantes y empezar a teñir. En el proceso es importante que sigas punto por punto las recomendaciones del fabricante del tinte que has escogido. Pero además, que tengas en cuenta estos consejos:


No te tiñas si tienes el pelo recién lavado. Es posible que el cuero cabelludo te pique y que los tintes no se “agarren” bien a tu cabello.


Antes de empezar a teñir, debes tener el pelo seco y muy bien cepillado para eliminar restos de productos, polvo, etc.


Si el producto que vas a usar no incluye un protector en el envase, aplícate vaselina alrededor de la cara para que puedas eliminar los restos de tinte que se escapen de tu pelo durante el proceso. Con los rubios no es muy necesario pero sí con el resto, que “teñirían” tu piel.


Usa guantes de látex durante todo el proceso, por mucho que quieres protegerte los dedos siempre te manchas.


Si vas a cubrir canas, empieza por las zonas donde tengas más. Y si lo que pretendes es aclarar tu cabello, empieza por las partes en las que lo tienes más oscuro.


Sigue exactamente las indicaciones que vienen en la caja del producto. Tras la primera aplicación tendrás que hacerte un masaje con las manos para que el tinte emulsiones bien en todo tu cabello.


Pasado el tiempo de exposición que te indique el fabricante, aclara con abundante agua fría hasta que salga muy transparente, es decir hasta que el tinte se haya eliminado del todo.


Sécate el pelo a tu gusto ¡y a disfrutar de tu nueva imagen!

Categorías:

¿Te gusta? ¡Puntúalo!

3 votos

Noticias relacionadas