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¿Dónde debe ir el iluminador en la cara?

¿Dónde debe ir el iluminador en la cara?

El iluminador es un producto de maquillaje que se utiliza para resaltar y dar luminosidad a determinadas áreas del rostro. Pero, ¿sabes dónde debe ir exactamente el iluminador en la cara? Hoy te lo explicamos.

El lugar más común para aplicar el iluminador es en los pómulos. Aplicando el iluminador justo encima de los pómulos, se consigue un efecto óptico de elevación y definición de los rasgos faciales. Pero no es el único lugar. También es usual aplicarlo en la parte alta del arco de la ceja para abrir la mirada y dar luminosidad en la zona de la frente.

Otra zona donde se puede aplicar el iluminador es en el puente de la nariz. Aplicando el iluminador en esta zona ayudamos a que la nariz parezca más estilizada y a que el rostro tenga una apariencia más juvenil y fresca. También se puede aplicar en el lagrimal para dar luminosidad a los ojos y en el centro de los labios para aportar un efecto de volumen ante la mirada.

En cuanto a la elección del tipo de iluminador, existen distintas texturas y tonalidades para elegir según el efecto que se quiera conseguir. Pero lo importante es tener en cuenta el tipo de piel y los tonos de tu rostro para elegir el adecuado y obtener el mejor resultado posible en cada aplicación. Con estos consejos, podrás saber dónde aplicar el iluminador y conseguir un look luminoso y estilizado que resalte lo mejor de tu rostro.

¿Cómo y dónde aplicar el iluminador?

El iluminador es uno de los productos de maquillaje indispensables para lograr un brillo radiante en el rostro. Pero, ¿sabes cómo y dónde aplicarlo correctamente? ¡No te preocupes, aquí te lo explicamos!

Antes de aplicar el iluminador, es importante tener en cuenta que no se debe aplicar en todo el rostro, solo en los puntos clave. Estos puntos clave son:

  • En el puente de la nariz: aplicar una pequeña cantidad en el centro de la nariz da un efecto de nariz más estrecha y afilada.
  • En los pómulos: aplicar iluminador en los pómulos ayuda a dar un efecto de mejillas más altas y un brillo radiante.
  • En el arco de las cejas: aplicar iluminador en el arco de la ceja ayuda a resaltar el hueso de la ceja y da un aspecto más despierto y luminoso a los ojos.

Para aplicar correctamente el iluminador, es importante utilizar una brocha específica, ya que esto permite aplicarlo de forma más precisa. No utilices tus dedos para aplicar el iluminador ya que esto puede dejar un acabado irregular y poco natural.

Además, es importante elegir un tono de iluminador que se adapte a tu tono de piel. No querrás utilizar un tono muy claro y evidente si tienes un tono de piel oscuro. Debe ser un tono que se mezcle bien con tu piel para dar un aspecto natural y sutil.

Recuerda, menos es más. Aplica solo una pequeña cantidad para lograr el efecto deseado. Si aplicas demasiado iluminador, puede verse exagerado y poco natural.

Ahora que ya sabes cómo y dónde aplicar el iluminador, ¡lúcete con un brillo radiante en tu rostro!

¿Dónde se aplica el iluminador y el rubor?

Cuando hablamos de iluminador y rubor nos referimos a dos elementos clave en la rutina de maquillaje. El objetivo principal del iluminador es realzar los rasgos faciales y conseguir un aspecto radiante, mientras que el rubor se utiliza para dar un toque saludable y un poco de color a las mejillas.

Para aplicar el iluminador, se debe empezar por las zonas más altas del rostro, como los pómulos, el arco de las cejas, el hueso de la nariz y el arco de Cupido. La idea es resaltar estas áreas con una pequeña cantidad de producto, difuminándolo cuidadosamente para evitar que se vea demasiado artificial. Si se desea, también se puede aplicar un poco en el centro de la frente, el mentón y el hueso de la clavícula para crear un efecto aún más luminoso.

En cambio, el rubor se aplica en las mejillas para dar un aspecto saludable y un toque de color al rostro. Para conseguir un acabado natural, se debe escoger un tono que se asemeje al color natural de las mejillas y difuminarlo bien para evitar líneas visibles. Al igual que con el iluminador, se debe empezar con una pequeña cantidad de producto y añadir más poco a poco hasta conseguir el efecto deseado.

En resumen, el iluminador se aplica en las zonas más altas del rostro para realzar los rasgos faciales y conseguir un aspecto radiante, mientras que el rubor se utiliza para dar un toque saludable y un poco de color a las mejillas. Ambos productos son elementos clave en la rutina de maquillaje y su correcta aplicación puede marcar una gran diferencia en el resultado final.

¿Qué se pone primero el iluminador o el colorete?

Una de las dudas más recurrentes a la hora de maquillarse es: ¿qué se pone primero el iluminador o el colorete? Pues bien, la respuesta es sencilla: depende del efecto que busques.

Si lo que deseas es darle protagonismo a tus pómulos, lo ideal es aplicar primero el colorete. De esta manera, el iluminador servirá para destacar aún más ese efecto de mejillas rosadas y saludables. Por lo tanto, primero aplicarías el colorete y a continuación el iluminador justo encima del hueso del pómulo.

Por otro lado, si lo que buscas es conseguir un brillo espectacular en tu piel, es mejor que apliques primero el iluminador. De esta manera, conseguirás un efecto “glow” en toda tu piel, incluyendo las mejillas. Para conseguir este efecto, lo ideal es aplicar el iluminador en zonas como el arco de cupido, el hueso de la ceja y la nariz, además de en los pómulos. Una vez aplicado el iluminador, aplica el colorete en los pómulos.

Por último, si lo que buscas es un efecto más natural y sutil, puedes aplicar primero una base ligera de maquillaje y a continuación el iluminador y el colorete. De esta manera, conseguirás un brillo natural en todo tu rostro y no destacarás en exceso ni tu colorete ni el iluminador.

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