'Eat, Sleep, Rape, Repeat': se abre el debate sobre el acoso sexual en los festivales de música
La camiseta de 'Eat, Sleep, Rape, Repeat' vista en Coachella que ha abierto el debate sobre la cultura de la violación en los festivales.
'Eat, Sleep, Rape, Repeat' ('Come, duerme, viola y repite'), este es el mensaje que contiene en letras grandes la polémica camiseta. Uno de los asistentes a Coachella, el festival de música más importante del mundo, celebrado durante estos días en California, la lució orgulloso por el recinto. El jefe de redacción de la revista Thump (Vice), Jemayel Khawaja, vio a este chico con la camiseta de 'Eat, Sleep, Rape, Repeat' y le pidió una foto. Con la foto, el periodista pretendía compartirla y denunciarla en Twitter, porque no podía creer que alguien la llevara puesta. Sin embargo, el joven posó orgulloso de llevarla. Jemayel Khawaja compartió la foto con el siguiente post: 'Este chico gana el premio a la peor elección de moda/estilo de vida en Coachella. No soy fácil de ofender, pero esto es una mierda'. Y tanto que lo es. La polémica camiseta ha sido compartida por cientos de usuarios y ha reabierto el debate sobre la cultura de la violación, - especialmente en este tipo de eventos - y el peligro de promover mensajes de este tipo aunque sean a modo de 'broma'. Acudir a un festival con esta camiseta resulta especialmente ofensivo teniendo en cuenta que los festivales musicales cuentan con numeroso casos de acoso sexual a las mujeres, por lo que el debate aún tiene más miga.
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Esta foto de una joven siendo tocada por desconocidos es solo un ejemplo de cómo las mujeres pasan a ser objetos a los que cualquiera puede tocar cuando se convierten en público de un festival. En un artículo que Jemayel Khawaja publicó acerca de la camiseta de 'Eat, Sleep, Rape, Repeat' nos recuerda lo normalizado que esta este acoso en la cultura de los festivales y cómo casos de violación se ven eclipsados en estos eventos por cosas más 'alucinantes' para la prensa como muertes por sobredosis o artistas famosos drogados durante actuaciones. '¿Recuerdan las dos muertes que dominaron los titulares después del Electric Zoo en 2013? Hubo otro incidente acerca del cual la gente no habló mucho: el de una chica de 16 años que despertó debajo de una caravana fuera del recinto del festival con los pantalones bajados y las piernas con moretones. Fue llevada a un hospital cercano, donde los doctores concluyeron que había sido abusada sexualmente', cuenta Khawaja en su artículo.
La camiseta de 'Eat, Sleep, Rape, Repeat' vista en Coachella saca a la luz un debate que parecía estar en un segundo plano y que, quizás, sea el momento de tratar: la cultura del abuso sexual en los festivales de música. Algo que, desgraciadamente, está más normalizado de lo que pensamos.