El 80% de los niños disléxicos no son diagnosticados en la escuela

Una de cada cinco personas es disléxica, es decir, el 20% de la población mundial y más de mil millones de personas. Sin embargo, los sistemas educativos de todo el mundo no detectan, apoyan ni potencian a los niños disléxicos. Sólo el 20% de los estudiantes disléxicos son identificados en la escuela, lo que significa que el 80% de ellos se ven obligados a "arreglárselas", sintiendo que la escuela, y ellos, no encajan.

Si cree que su hijo puede ser disléxico, o si usted es un adulto que está leyendo esto y se pregunta si usted también lo es, sepa que no es algo que deba ocultarse o avergonzarse: es un superpoder. Muchos de los pensadores, estrellas del deporte, músicos, escritores, actores y empresarios más increíbles del mundo son disléxicos, desde Albert Einstein hasta John Lennon, Keira Knightley, David Beckham, Agatha Christie y Steve Jobs.

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Las mentes disléxicas son curiosas por naturaleza, muy creativas y con una capacidad para conectar los puntos de forma poco convencional y pensar lateralmente. Tenemos puntos fuertes en áreas como la creatividad, la resolución de problemas, la empatía y la comunicación.

El 80% de los niños disléxicos no son diagnosticados en la escuela

La dislexia plantea problemas en el aprendizaje "tradicional" y en las pruebas utilizadas para "evaluar" a los estudiantes (y, posteriormente, a los empleados). Soy disléxica y, al mirar mis informes escolares, era una disléxica clásica, pero mi primer colegio no lo detectó. En cambio, era una "niña tranquila" que debía esforzarse más y que odiaba la escuela porque me sentía fracasada. Cuando suspendí los exámenes de ingreso a los nueve años, me enviaron a un nuevo colegio, que era convencional pero que entendía y aceptaba la dislexia, y en cuestión de semanas mi vida se transformó totalmente. Esta transformación fue posible gracias a los profesores que estaban formados para detectar y apoyar a los alumnos, y que se centraban en los puntos fuertes de los disléxicos. Así de sencillo.

Si avanzamos más de 30 años, mis primeras pesadillas escolares volvieron a perseguirme. Mi hijo Ted era un chico alegre y creativo... hasta que empezó a ir al colegio a los cuatro años. A Ted le ocurrían los mismos problemas que a mí, pero mucho peores.

Me sorprendió mucho que, después de todo ese tiempo, sus profesores siguieran sin saber cómo detectar y apoyar sus evidentes problemas de dislexia o sus increíbles puntos fuertes. Me puse a intentar cambiar las cosas y nuestra campaña desembocó en la revisión de la dislexia por parte del gobierno británico y en la creación de la organización benéfica Made By Dyslexia.

¿Qué es la dislexia?

La dislexia es una diferencia genética en la capacidad de un individuo para aprender y procesar información. Como resultado, los individuos disléxicos tienen capacidades diferentes. Por lo general, el perfil cognitivo de un disléxico será desigual en comparación con un perfil cognitivo neurotípico. En otras palabras, los individuos disléxicos realmente piensan de forma diferente. La evaluación comparativa tradicional pone en desventaja a los disléxicos, midiéndolos con las mismas cosas que les resultan difíciles.

Identificar la dislexia

La dislexia puede identificarse a los cinco años o antes, que es cuando muchos niños disléxicos muestran signos. Cuanto antes se descubra y se apoye, antes se pondrán al día los niños disléxicos y se mantendrán al día, ya que los ajustes y adaptaciones que conlleva la identificación son cruciales para nuestro éxito. De hecho, la "etiqueta" es vital para nuestra propia autocomprensión a cualquier edad y los estudios demuestran que la dislexia no identificada puede causar una baja autoestima en la infancia y en la vida adulta.

Indicadores clave de que un niño es disléxico:

- Lucha por aprender a leer y, una vez que ha aprendido, necesita leer las cosas varias veces para captar el significado.

- Mala ortografía, puntuación y gramática, así como dificultades para aprender ortografía.

- Dificultad para aprender de memoria, por lo que memorizar datos para los exámenes y aprender las tablas de multiplicar.

- Tener un montón de grandes ideas y saber todas las respuestas, pero tener dificultades para plasmar sus pensamientos en el papel.

- Un desajuste entre lo que parecen capaces de hacer y el trabajo escrito que producen es un fuerte indicador de dislexia.

Si cree que su hijo puede ser disléxico, realice un test de pensamiento disléxico gratuito aquí.

Cómo apoyar y potenciar a los niños

disléxicos Lo más importante que podemos hacer por nuestros hijos disléxicos es descubrir qué es lo que se les da extraordinariamente bien y les apasiona, y ayudarles a que lo hagan mucho, porque ahí está la fórmula para liberar sus superpoderes disléxicos.

He visto la misma "fórmula del éxito" en miles de personas disléxicas, jóvenes y mayores. Es la fórmula que fomenté con mis propios hijos y que también les ha llevado a tener carreras satisfactorias. He aquí cómo:

- Piense en lo que le gusta hacer a su hijo y en lo que haría durante horas si lo dejara a su aire. Estas suelen ser sus habilidades de pensamiento disléxico.

- Averigüe qué les apasiona, de qué les gusta hablar, ver o aprender.

- Anímales a hacer las dos cosas, mucho, mucho. Porque Habilidad + Práctica + Pasión = Superpoder.

- Los puntos fuertes más fáciles de detectar son el deporte, el arte, la música y el baile. Pero la empatía, la amabilidad, la imaginación, la escucha y el cuestionamiento son también valiosos superpoderes.

- Reconocer su experiencia. Los disléxicos a menudo no se dan cuenta de lo buenos que son en estas cosas, por lo que pueden no reconocerlas como sus Superpoderes.

Ayudar a su hijo a descubrir sus superpoderes disléxicos le dotará de la confianza, la autoestima y la pasión que necesita para triunfar, tanto en la escuela como, cuando crezca, en el mundo.

Es hora de valorar el pensamiento disléxico y el papel vital que desempeñará en el futuro de todos nosotros. Ayudar a su hijo a descubrir sus superpoderes disléxicos le dotará de la confianza, la autoestima y la pasión que necesita para triunfar, tanto en la escuela como, cuando crezca, en el trabajo.

Kate Griggs es la fundadora y directora general de la organización benéfica mundial Made By Dyslexia y autora de la guía sobre la dislexia This is Dyslexia y del libro infantil Xtraordinary People: Made By Dyslexia.