El verano, la peor época del año para los cacaos y bálsamos labiales
Como verdadera adicta a este tipo de productos, sé que esta época del año es terrorífica para ellos. Los bálsamos se convierten en una especie de mejunje caliente, en el que meter el dedo para aplicárselo se convierte en un asco profundo. Lo mismo pasa con los cacaos en stick, salvo que con ellos no te manchas el dedo, pero muchos se ropen y se deforman, pues con las altas temperaturas, a la más mínima presión, la barra se tuerce y ya la has fastidiado.
Cuando llega el calor, lo que yo hago es meter todos estos productos en la nevera y sólo sacárlos de ella cuando me los vaya a aplicar. Sé que es un rollo no poder llevarlos en el bolso, pero sí que si me los llevara conmigo estaría expuesta a que me ocurriera algo de lo que arriba os he contado.
Por lo que si notas que aplicarte el bálsamo labial es una tortura, no lo pienses más y déjalo reposar en tu nevera hasta que las temperaturas vuelvan a descender.