Envidia Benigna vs. Envidia Maliciosa: ¿Cuál es la Diferencia?
La envidia es una emoción natural que los humanos pueden experimentar. Mientras que comúnmente se cree que la envidia es lo mismo que los celos, existe una diferencia notable entre ambas. La envidia proviene de desear algo que no tienes. Esta emoción tiene una connotación negativa y se considera una de los siete pecados capitales en la tradición cristiana. Sin embargo, existen dos tipos de envidia: benigna y maliciosa.
La envidia benigna puede impulsarte a mejorar. Cuando envidias a alguien, deseas algo que ellos tienen que tú no. Si bien tanto la envidia benigna como la maliciosa pueden hacer que alguien se sienta negativo acerca de sí mismo, ambas conducen a reacciones diferentes. La diferencia más significativa radica en cómo una persona gestiona sus sentimientos de envidia. Publicaciones recientes sugieren que alguien que experimenta envidia benigna buscará mejorar a sí mismo para alcanzar lo que la persona que envidian posee.
Aunque puede ser dolorosa, la envidia benigna puede ser utilizada como una herramienta motivacional para alcanzar o establecer metas. Además, esto se puede hacer deseando el bienestar del individuo que envidias. Un terapeuta señaló que cuando estás seguro, el éxito de los demás no es una amenaza. Puedes desear tener lo que ellos tienen mientras te sientes genuinamente feliz por ellos.
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Para utilizar la envidia benigna a tu favor, un profesor de psicología recomienda preguntarte cómo y por qué la persona que envidias llegó a donde está. Entonces, puedes imitar o emular esos métodos, técnicas, ideas y movimientos para mejorar en algún aspecto.
Por otro lado, la envidia maliciosa es sinónimo de autodesprecio. A diferencia de la envidia benigna, la envidia maliciosa puede ser autodestructiva. Quienes experimentan envidia maliciosa no desean ver a la persona a la que envidian tener éxito. Esto genera sentimientos de amargura. Experiencias indican que la envidia maliciosa es más probable que ocurra si una persona ya carece de confianza en sí misma. Puede sentir que el éxito de otros representa una amenaza y verse impulsado a socavar ese éxito o minimizar el logro.
Si tienes sentimientos de envidia maliciosa, se recomienda reflexionar sobre por qué sientes envidia y cambiar la narrativa de negativa a positiva. Considera tus logros pasados y las cosas que aún necesitas lograr, así como la realización de que el camino hacia el éxito es diferente para cada uno.