Esta bailarina obsesionada por su peso se pesaba 30 veces al día
Obsesión por su peso. Una ex bailarina cuenta como su anorexia la llevó a pesarse más de 30 veces al día.
El mundo de la danza es muy exigente. Las personas que se dedican a ello empiezan a hacerlo a una edad muy temprana e invierte una gran parte de su tiempo y todo su esfuerzo en mejorar.
Demi Rawling comenzó a bailar cuando tenía 15 años. Aunque se le dio bien desde el principio, la obsesión por convertirse en la mejor no tardó en llegar. En seguida detectó lo importante que era el físico en este mundo y, aunque ella era bastante delgada, asegura que sus compañeros más delgados eran los que más atención y elogios recibían. Así que comenzó a intentar perder algo de peso.
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“Cuando perdí peso la primera vez, recibí elogios y más atención de lo normal. Creo que comencé a volverme adicta a los elogios, a la pérdida de peso y a pesarme”, recuerda Demi, que ha dado a conocer su historia a través de su cuenta de Instagram.
Con una dieta cada vez más estricta, la adolescente, que mide 1,78 de altura, llegó a pesar 44 kilos. Su extrema delgadez ya no le hacía ser la mejor bailando, si no al contrario. “Había días en los que me costaba caminar”. Fue entonces cuando fue consciente de su anorexia y de lo grave que era esta enfermedad.
“Fue aterrador. Tenía que parar y sentarme porque mi peso era demasiado bajo. Incluso un ejercicio suave ponía a mi cuerpo bajo demasiada presión. Hubo momentos en los que ni siquiera podía caminar”.
Demi sufrió anorexia durante tres años. Durante este tiempo, llegaba a pesarse hasta 30 veces al día para seguir la evolución de su peso. Lo único que consiguió durante este tiempo fue ser una persona solitaria y huraña y estar a punto de perder la vida. Así que, a los 18 años, tras darse cuenta de que estaba “desperdiciando su vida”, dejó el baile y comenzó a llevar una vida saludable.
Ahora, la vida de Demi ha cambiado por completo y está sana. Lo de estar obsesionada por su peso quedó atrás y ha conseguido ser feliz.