Esta famosa instagramer fingió su vida entera por una razón
Amalia Ulman fingió su vida en Instagram, pero ninguno de sus 90.000 seguidores sabía que tenía un plan.
En 2014, una guapísima joven con una vida envidiable comenzó a ganar fama en Instagram gracias a su estilo de vida. Sus selfies, sus desayunos, sus compras... todo tenía como único objetivo presumir de un estilo de vida que parecía ser perfecto. La joven comenzó a ganar seguidores que la adoraban y que le hacía querer parecer aún más perfecta cada día.
De las compras de lujo y la ropa interior de seda pasó a las cirugías y al bótox. Estar perfecta en cada momento se había convertido en su principal objetivo y, a juzgar por lo que se veía en las fotos, le sobraban los recursos para conseguirlo.
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Pero su historia de perfección da un giro dramático cuando, a raíz de una ruptura, la instagramer comienza a mostrar signos de estar atravesando una crisis emocional. ¿O era una “idiota con demasiado dinero y sin intereses” como decía el comentario de un seguidor? Esta crisis lleva a Amalia a consumir drogas y a cambiar sus selfies más cute por otros mucho más provocativos. Sus seguidores continúan aumentando.
Después de unos días sin publicar nada, Amalia vuelve a dirigirse a sus seguidores con un esperanzador mensaje: va a tratar de recuperarse y a cambiar su comportamiento. En este momento, su cuenta es la que sufre un cambio radical y comienza a publicar fotos de la vida relajada, tranquila y normal de esta tal Amalia. Todo formaba parte del plan.
La “vida” de Amalia no era más que un proyecto artístico que pretendía explorar la privacidad en las redes y cómo nos comportamos ante la posibilidad de ser “cualquier persona”. Su obra, que se expone ahora tanto en Londres como en Nueva York, muestra cómo “el self público es, incluso en sus formas más honestas, una ficción”.
Amalia Ulman fingió su vida en Instagram para hacer un análisis de los estereotipos femeninos en las redes, la belleza ficticia o la falsa naturalidad que vemos a diario.
Nadie sabía lo que escondía bajo los filtros.
Su "transformación" te hará reflexionar sobre Instagram.
