La adicción de Matthew Perry hizo que robara pastillas de botiquines
Matthew Perry dijo que solía visitar las casas abiertas para robar pastillas de los botiquines cuando era adicto a los medicamentos recetados.
En una entrevista con Diane Sawyer, de ABC News, que se emitió el viernes, Perry se sinceró sobre los desgarradores detalles de su antigua adicción y su recuperación. El libro de memorias del actor, "Friends, Lovers and the Big Terrible Thing", saldrá a la venta el 1 de noviembre.
Por qué Charlie Sheen dice sentirse identificado con la adicción de Matthew Perry Matthew Perry mezclaba alcohol con pastillas
Perry dijo que tomó su primera pastilla después de lesionarse en una moto acuática mientras rodaba la comedia romántica "Fools Rush In" en 1996. Le dijo a Sawyer que llegó a tomar 55 Vicodin al día, una dependencia que le empujó a tomar pastillas de las casas de otras personas.
"Supongo que lo más raro que hacía era que los domingos iba a las jornadas de puertas abiertas, iba a los baños y veía qué pastillas tenían allí y las robaba", dijo Perry. "Y creo que pensaban: 'Bueno, es imposible que Chandler haya entrado a robarnos'".
La ex estrella de "Friends" también dijo que solía fingir migrañas y someterse a resonancias magnéticas -aunque sabía que "no había nada malo"- para obtener medicamentos recetados.
El actor también reveló que en 2001 consumía Xanax, metadona y un litro de vodka al día. Ese mismo año, después de rodar la comedia romántica "Serving Sara", tuvo que doblar sus diálogos originales en la película porque su habla era muy confusa.
Perry confirmó a Sawyer que asistió a 6.000 reuniones de Alcohólicos Anónimos, fue a rehabilitación al menos 15 veces y se desintoxicó 65 veces durante su larga recuperación.
Durante la entrevista, Perry compartió que estuvo a punto de morir después de que su colon estallara por el consumo de opioides. El actor reveló que estuvo en coma durante dos semanas y hospitalizado durante cinco meses como resultado. En una entrevista con People a principios de este mes, Perry dijo que tuvo que usar una bolsa de colostomía durante nueve meses después de la experiencia que puso en peligro su vida.
Perry también contó a Sawyer que durante su primera rehabilitación un consejero le afirmó que su adicción no era culpa suya.
"Esa fue la primera vez que me di cuenta de que toda esta locura no era mi voluntad, o no era lo que yo quería. No era mi culpa", dijo.