La belleza K sigue con su impulso e inspira a la cosmética mundial
La cultura surcoreana comenzó a hacerse cada vez más visible a fines de la década de 1990, inicialmente a través de series de televisión y la música K-pop. La Hallyu (o onda coreana) impactó primero en China, se expandió a Japón y luego llegó gradualmente a Estados Unidos y Europa. Los primeros cosméticos coreanos, incluidos los famosos BB Creams, comenzaron a hacerse un nombre fuera de Asia a principios de la década de 2000.
"En 2011, Garnier lanzó su primera BB Cream, lo que marcó el comienzo de la influencia de la belleza coreana en el desarrollo de marcas occidentales. A continuación, siguieron las CC y DD Creams," explica Florence Bernardin, fundadora y Directora General de Asia Cosme Lab. Esta tendencia continuó con el lanzamiento de bases de maquillaje en almohadillas, que tuvieron un éxito más moderado en Francia. Las marcas coreanas como Laneige y Dr. Jart+ han establecido ahora una presencia a largo plazo en Sephora, pasando del "Korean Corner" de la tienda minorista a los estantes estándar.
Hoy, el segundo aumento en la popularidad de la K-beauty está impulsado por el cuidado de la piel y realzado por la promoción de la rutina coreana en las redes sociales, particularmente TikTok, donde es compartida por influencers de todo el mundo. "El gobierno coreano ha invertido fuertemente en la promoción de la cultura coreana y, en particular, de la K-beauty, fuera de sus fronteras," explica Lilin Yang, fundadora de MiiN Cosmetics, una red europea de treinta boutiques especializadas.
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La noción de rutina va de la mano con el concepto de K-beauty basado en la superposición. Este método consiste en aplicar en la cara, en diez pasos, varios productos de cuidado de la piel diferentes para dejar la piel con un aspecto hidratado, radiante y saludable. "Lo que encuentro realmente interesante de este enfoque es que busca reequilibrar e hidratar la piel. El enfoque es preventivo en lugar decurativo, que, aún, y demasiado a menudo, no es el caso en el mundo occidental," explica Emma Gatineau, fundadora de Maison Kōsane, un mercado especializado en cosméticos coreanos y japoneses, que ofrece rutinas personalizadas basadas en un diagnóstico de piel.
La K-beauty es un concepto de belleza divertido y atractivo, con un flujo constante de gestos de belleza innovadores. Apela a un grupo objetivo conectado, de entre 18 y 35 años, e incluso más. Y sin duda está inspirando a las marcas de belleza occidentales.
"Los consumidores occidentales son muy aficionados a las mascarillas de tela; hoy en día, están en todas partes y ya no se limitan a las marcas coreanas," dice Anne Luong, fundadora de Korean Cosmetics, una red de tres boutiques parisinas especializadas en cosméticos coreanos. "En Oh My Cream, decidimos el junio pasado proponer una selección de tres mascarillas de tela coreanas, un campo en el que las marcas coreanas sobresalen. Seleccionamos tres mascarillas de las marcas Abib, Beauty of Joseon y Torriden, que descubrí en un viaje a Seúl," añade Fanny Morel, Directora de Comunicaciones en Oh My Cream.
El protector solar diario, un pilar de la rutina de cuidado de la piel coreana, ha tenido mucha popularidad en Francia durante los últimos dos años. "Lanzamos la crema solar Beauty of Joseon al mismo tiempo que nuestras mascarillas de tela. En julio, fue uno de los dos productos más vendidos de Oh My Cream, con 297 unidades vendidas por semana, una cifra comparable con nuestra crema hidratante Oh My Cream Skincare, que es uno de nuestros best-sellers", continúa Fanny Morel, encantada.
"Los tóners también son un pilar de la belleza coreana. Desde hace un tiempo, hemos estado siendo testigos de la llegada de las almohadillas de tónica: algodones empapados en loción que vienen en una caja. En Maison Kōsane, ya son un gran éxito," explica Emma Gatineau.
La K-beauty también se caracteriza por el uso de ingredientes específicos como Centella asiatica, árbol de té, bakuchiol, colágeno y niacinamida. En Corea, los consumidores están muy bien informados sobre los ingredientes, una tendencia que también se está desarrollando en Europa, particularmente en Francia, donde las personas están cada vez más interesadas en la composición de los productos.
En Francia, las farmacias están emergiendo como un canal clave para los cosméticos coreanos. Las marcas como Torriden, que lanzó oficialmente sus productos en Francia el 14 de octubre, están apostando por farmacias y salones de belleza para expandirse.
La Pharmacie Lariboisière, en el 9° distrito de París, ha hecho de estos productos una de sus especialidades. Al establecerse en este canal, las marcas de K-beauty se están posicionando junto a grandes marcas de dermocosmética, colocándolas definitivamente en el mundo de los productos de cuidado de la piel de confianza.
Los actores del mercado han identificado rápidamente otro aspecto esencial de la rutina de belleza coreana: los tratamientos en salón. En un futuro próximo, los fundadores de Korean Cosmetics y MiiN Cosmetics tienen la intención de ofrecer protocolos de cuidado de la piel en sus futuros locales franceses, como ya lo hacen en sus dos buques insignia de MiiN Cosmetics en Madrid y Barcelona, España.
Un motor clave en el desarrollo de cosméticos coreanos, la innovación es y sigue siendo un factor esencial para conquistar a los consumidores.
Florence Bernardin también ha notado que las personas con piel más oscura están cada vez más atraídas por los cosméticos coreanos. Esta gran base de consumidores en Francia y Estados Unidos podría abrir el camino para las marcas de K-beauty a un mercado que aún está subexplotado y demostrar su capacidad para satisfacer las necesidades de todos los tipos de piel.
Finalmente, Lilin Yang, que siempre está en busca de tendencias emergentes, notó un auge en las máscaras de hidrogel en Corea del Sur. Estas "mascarillas de sueño 2.0" podrían representar una nueva etapa de innovación, fortaleciendo aún más el atractivo de esta dinámica y en constante evolución tendencia de cosméticos.
