La importancia de tener espacio en su relación
Las relaciones románticas que han florecido hasta convertirse en un compromiso mutuo son algo hermoso. Tienes un amante y un mejor amigo incorporado que siempre se preocupa por tus mejores intereses. Cada uno es la máxima prioridad del otro, y exaltan los sentimientos del otro por encima de los de casi todos los demás... Un sueño. Sin embargo, hay un límite saludable en ese tipo de compromisos que permite que estas relaciones se mantengan y perduren, y es tener -y dar- espacio.
Piensa en este espacio como un colchón de aire. Sin esta burbuja de aire entre los dos, hay fricción. La fricción erosiona. Desgasta las superficies que hemos perfeccionado para nosotros mismos, creando zonas en bruto que se irritan o hieren con facilidad, y difumina la línea de la individualidad.
Puede entorpecer el vínculo sexual
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Sin un espacio crucial, el margen para nuestra propia energía sexual personal se ve desplazado, lo que puede entorpecer incluso los comienzos más fogosos. Puede amortiguar el Efecto WesterMarck, nombre con el que se conoce básicamente lo que nos impide sentirnos atraídos sexualmente por nuestros hermanos. La idea es que cuando dos personas cohabitan domésticamente, sin suficiente espacio para la individualidad, pueden llegar a una especie de insensibilización familiar entre ellos a nivel romántico. La idea de ser una unidad es bonita, hasta que ambos pierden el último bocado de misterio. Llega la codependencia.
Puede llevar a la codependencia
La codependencia es como una adicción, y no hay ninguna pareja verdaderamente sana que la contenga. Se trata de una profunda dependencia psicológica de la pareja para cada decisión y actividad, e incluso para compartir las mismas emociones. Aunque es más común en los cuidadores de parejas con enfermedades o desventajas físicas, puede darse entre dos personas sanas que también han cruzado la línea que va de la amistad a la disfunción.
Crea una presión tácita
Cuando no damos a nuestras parejas -o a nosotros mismos- espacio para respirar y crecer, nos presionamos para ser todo para el otro. Esto puede generar resentimiento, así como dejar poco espacio para sobresalir en los pasatiempos extracurriculares, el trabajo y otras amistades.
Nos olvidamos de practicar el autocuidado
El tiempo de calidad juntos es importante, pero también lo es el tiempo de calidad con nosotros mismos. Con tanta expectativa de pasar tiempo con los demás, perdemos el sentido de la auto-cuidado, olvidando llenar nuestra propia copa o asegurar nuestra propia máscara de oxígeno, por así decirlo. Fortalecernos física y emocionalmente es uno de los pilares para aprender a amar a los demás de forma abierta y con aceptación.
Podemos volvernos excesivamente críticos
Con demasiado tiempo juntos y sin ese "colchón de aire", podemos volvernos excesivamente críticos con la forma en que nuestra pareja hace prácticamente cualquier cosa. La mayoría de las veces, este aumento de las críticas es en realidad una de las primeras señales de que la pareja necesita espacio. En lugar de iniciar una pelea, toma la señal y devuelve algo de ese colchón antes de reunirte y tener una comunicación reflexiva e intencionada.
Nuestro sistema de apoyo disminuye
En las relaciones codependientes, a menudo olvidamos que también podemos confiar en los amigos y la familia para satisfacer nuestras necesidades emocionales y tangibles. Esto no sólo crea la mencionada presión sobre nuestras parejas para que satisfagan todas nuestras necesidades, sino que también crea una brecha entre los amigos y otras relaciones porque no hemos estado disponibles para ellos, ni ellos han tenido la oportunidad de estarlo para nosotros.
Compartir actividades y pasar mucho tiempo de calidad juntos es una parte muy bonita de una relación amorosa. Asegúrate de dedicar tiempo a ti mismo y a tus amigos como gesto de apoyo para fortalecer vuestro vínculo. Es importante seguir creciendo como individuos mientras crecéis juntos.