La joven que se atrevió a hablar para salvar a las empleadas esclavas de Hong Kong
Erwiana fue maltratada y amenazada por mientras trabajaba como empleada doméstica, pero se atrevió a denunciar.
Erwiana tenía 23 años cuando, como muchas chicas de Indonesia, decidió buscar trabajo como empleada doméstica en las casas lujosas de Hong Kong para poder ayudar a su familia. Al poco tiempo, una familia la contrato. Law Wan-Tung, de 44 años, era una mujer rica que vivía en un chalet junto a su marido y sus dos hijas. Así que Erwiana se traslado al chalet de la familia para trabajar como empleada interna, sin saber el infierno que le esperaba. Allí, alejada de su familia y conocidos y sin poder hacer nada, esta mujer empezó a maltratarla con brutales agresiones. Además del daño físico, la señora Law Wan-Tung, le quitó a Erwiana el pasaporte para que no pudiera irse y decidió que no le pagaría. La primera paliza se la dio mientras dormía y desde ahí todo fue un horrible infierno. Dormía en el suelo, casi no comía, le rompieron la nariz, los dientes y la tiraron por las escaleras cada día. Erwiana soportó esto hasta que un día, su 'ama' la vio en tan malas condiciones que la devolvió a Indonesia, donde fue directa al hospital. Allí empezó a recuperarse y plantearse denunciar, a pesar de que tenía miedo debido a las amenazas de la familia. Cuando se encontró mejor, animada por sus padres y unos activistas, se atrevió a denunciar y a contar su historia y, gracias a ella, este tema ha saltado a los medios de comunicación por primera vez y han aumentado leyes más estrictas a la hora de contratar a estas mujeres.
Erwiana fue maltratada y amenazada por mientras trabajaba como empleada doméstica, pero se atrevió a denunciar y ahora la mujer que abusó de ella ha sido condenada a seis años de cárcel.
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