La motiva historia de dos niñas unidas por el cáncer
El cáncer las convirtió en amigas inseparables.
Ava y Penny son dos niñas de cuatro y tres años cuya ha enfermedad las ha convertido en amigas inseparables. Ava García fue diagnosticada en agosto del año pasado de cáncer de riñón y Penny se convirtió en su vecina de habitación solo unos meses después debido a un cáncer de músculo esquelético. A raíz de verse por el hospital, las dos niñas empezaron a jugar juntas por los pasillos y a compartir momentos de juegos en las habitaciones hasta hacerse inseparables y conmover al personal de todo el hospital. Cuando las dos empezaron a recibir quimioterapia, la fuerza con la que ambas se apoyaban y se animaban a pesar de su corta edad era sobrecogedora. Así superaron juntas el hecho de perder el pelo casi a la vez. Coincidir en un mismo hospital las volvió más fuertes y verse cada día les dio ánimos para superar una situación tan dura como la que estaban viviendo.
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Tristemente, a Penny le quedan pocas semanas de vida, según ha declarado su madre, ya que su estado se ha deteriorado bastante en las últimas semanas. Aún así, su madre se alegra de que pase sus últimos días jugando con su mejor amiga, Ava. 'Las pequeñas disfrutarán todo lo que puedan juntas has que el destino lo quiera', explicaba emocionada la madre de Penny.
El cáncer las convirtió en amigas inseparables y esto les dio fuerzas para pasar los días en el hospital. Una conmovedora historia que, desgraciadamente, no tendrá un final.