La propuesta de un hito para Donald Trump lanza una indirecta no tan sutil a sus inminentes problemas legales
Los legados presidenciales se inmortalizan de diferentes maneras, dependiendo del hombre de que se trate. Algunos tienen monumentos, parques y bibliotecas creados en su honor. Otros, como James Polk y Teddy Roosevelt, tienen sus casas convertidas en museos. Washington y Lincoln nos miran cada día desde nuestras carteras. No podemos evitar preguntarnos qué tipo de monumento llevará el nombre de Donald Trump, y parece que el Congreso tampoco.
El miembro republicano de la Cámara de Representantes Guy Reschenthaler presentó el 1 de abril un proyecto de ley que no era ninguna "broma", ya que proponía un nuevo honor para el ex presidente. El proyecto de ley pide que el Aeropuerto Internacional Dulles de Washington D.C. sea rebautizado con el nombre de Trump, al igual que el Aeropuerto Nacional de Washington recibió el nombre de Ronald Reagan en 1998. Reschenthaler describió el legado del ex POTUS al país en X, antes Twitter, como uno de "Libertad. Prosperidad. Fuerza", lo que justifica el cambio de nombre.
En respuesta, tres congresistas demócratas presentaron rápidamente un proyecto de ley propio, claramente pensado como una pulla a los crecientes problemas del caso de fraude de Trump en Nueva York. "La Institución Correccional Federal de Miami, en Florida, será, a partir de la fecha de promulgación de esta ley, conocida y designada como la 'Institución Correccional Federal Donald J. Trump'", comienza el breve documento. En un comunicado (vía NBC News), el representante Gerry Connolly explicó la decisión: "Cuando nuestros colegas republicanos presentaron su proyecto de ley para rebautizar Dulles con el nombre de Donald Trump, dije que la opción más adecuada sería rebautizar una prisión federal. Espero que nuestros amigos republicanos se unan a nosotros para conceder a Donald J. Trump el único honor que realmente merece."
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Las probabilidades de que el aeropuerto de Dulles lleve el nombre del 45º presidente son tan probables como que Donald Trump juegue honestamente al golf (su reputación de tramposo en el campo de golf es legendaria). Incluso si el Senado aprobara milagrosamente el proyecto de ley, no hay ninguna posibilidad de que el presidente Biden firmara un honor para su oponente político. Sin embargo, teniendo en cuenta la reciente broma socarrona de Biden sobre los problemas económicos de Trump, podría estar dispuesto a aprobar que una prisión de Miami lleve su nombre.
Suponiendo que no se apruebe ninguna de las dos medidas, ¿cuál será el legado de Trump? En un ensayo para Politico, Anthony Clark, antiguo miembro del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, señalaba el enorme gasto que supondría erigir una biblioteca presidencial (el uso de fondos federales está prohibido). Sin embargo, otros expertos políticos han dicho a The Guardian que es concebible que Trump pueda recaudar suficientes fondos de donantes para un museo personal que celebre sus logros. El historiador presidencial Michael Beschloss imaginó "un pequeño parque temático de Trump en el que pudieran ver los programas que se llevan a cabo, comer en restaurantes Trump, alojarse en hoteles Trump, y podría haber carruseles Trump para los niños".
Tal vez Trump ponga sus miras en un objetivo (literalmente) más grande. Informes separados en 2018 y 2020 han afirmado que Trump habló con la representante de Dakota del Sur, Kristi Noem, sobre querer que su rostro se agregue al Monte Rushmore. Noem dijo al Argus News-Leader: "No se estaba riendo, así que hablaba totalmente en serio". Trump ha negado haber hecho esa afirmación, aunque sí tuiteó: "¡Me parece una buena idea!".
