Las jóvenes de ahora viven peor que sus madres y abuelas
Un estudio demuestra que las mujeres de la generación millennial viven peor que sus madres y abuelas.
El Population Reference Bureau ha realizado un análisis de la población femenina actual en los Estados Unidos y su nivel de bienestar con respecto a generaciones anteriores. Aunque los avances en el feminismo en los últimos años puedan hacernos pensar que el resultado es otro, el estudio sugiere que las mujeres pertenecientes a la generación millennial viven peor que lo hicieron sus madres y sus abuelas.
Para llegar a la conclusión de cómo ha disminuido este bienestar económico y social, los investigadores analizaron hasta 14 factores determinantes en la vida de estas mujeres. Los principales problemas de la jóvenes actuales podrían ser económicos y laborales. Aunque las mujeres han comenzado a ser independientes, algo que no eran las generaciones anteriores, sigue existiendo la brecha salarial y es habitual ver a mujeres altamente cualificadas teniendo que aceptar trabajos menos cualificados.
Pruebas de que Harry Styles y su rumoreada novia Taylor Russell viven mientras son jóvenes Así reaccionan estas madres al saber que van a ser abuelas
Esto ha hecho que muchas mujeres no cuenten con los recursos necesarios para vivir adecuadamente y para gozar de un bienestar total en su vida privada y laboral. El número de mujeres que viven bajo el nivel de pobreza ha aumentado en esta generación.
La única parte positiva de todo esto es que las mujeres con estudios superiores y cualificadas para altos puestos en empresas ha aumentado. También ha mejorado la conciliación entre la vida familiar y la laboral para las mujeres con hijos, así como la planificación familiar. Sin embargo, necesitamos seguir luchando por una sociedad más igualitaria en las que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres y puedan conseguir puestos bien pagados con los que disfrutar de una mejor calidad de vida.
Por eso resulta tan importante la lucha feminista que intenta acabar con la brecha salarial y acercarnos cada vez más a una sociedad igualitaria. Queremos que nuestras hijas puedan vivir mejor que nosotras, no peor.
