Los 5 mejores tratamientos estéticos para adelgazar

Te contamos todo lo que debes saber sobre los tratamientos estéticos para adelgazar si estás pensando en someterte a alguno.

Ya sabes que siempre aconsejamos que lo mejor para cuidar nuestro cuerpo y perder peso es seguir una dieta saludable y hacer algo de ejercicio. Sin embargo, hay algunos casos en los que esto no funciona o, por alguna razón, queremos modificar nuestro cuerpo para verlo mejor y solo nos queda la opción de recurrir a algún tipo de tratamiento estéticos.

Lo mejor de estos tratamientos es que es un campo que ha avanzado mucho en los últimos años y cada vez existen mejores tratamientos y más variedad. Y, sobre todo, cada vez hay más opciones de tratamientos no invasivos. Es decir, que no requieren una operación de cirugía estética.

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Estos tratamientos pueden resultar muy efectivos para conseguir nuestro objetivos. Lo importante, como ya te comentamos cuando te hablamos de los tratamientos estéticos para la cara, es elegir siempre un centro profesional donde ofrezcan un servicio de calidad, ya que es nuestro cuerpo el que está en juego y no debemos dejarnos llevar por los lugares en los que ofrezcan los mejores precios. Las referencias y recomendaciones de clientes anteriores pueden servirnos para guiarnos a la hora de elegir el centro en el que vayamos a recibir nuestro tratamiento para adelgazar.

En cuanto a qué tratamiento elegir, la mayoría de las mujeres eligen reducir su abdomen y para ello existen diferentes opciones. Es importante que las conozcas todas antes de elegir la que crees que funcionará mejor para ti o con la que te sientas más cómoda. A continuación te hablamos acerca de los tratamientos estéticos para adelgazar que existen en el mercado y en qué consiste cada uno.

Mesoterapia. Este tratamiento inyecta en la zona de grasa que queramos reducir determinadas sustancias que favorecen el movimiento de la grasa y por lo tanto su eliminación. Es un tratamiento gradual, que necesita de varias sesiones para empezar a dar resultados. Normalmente, se realizan una o dos sesiones a la semana y es a partir de la décima cuando se empiezan a notar los resultados. Una vez conseguida la reducción deseada, se recomienda realizar algunas sesiones más de mantenimiento.

Láser lipolítico. Este tratamiento consiste en aumentar la temperatura de las células grasas mediante el uso del láser para que el cuerpo las pueda eliminar de forma natural. No es un tratamiento doloroso y no daña la piel, ya que penetra profundamente para actuar en la grasa subcutánea. Las sesiones son más cortas que las de otros tratamiento, unos 25 minutos cada día, y se suelen dar una tres sesiones en total. El dolor que deja al terminar es muy leve, similar al de unas agujetas en la zona localizada en la que se haya aplicado.

Ultracavitación. Se le conoce como “liposucción sin cirugía” ya que también es un tratamiento para eliminar la grasa pero no es invasivo. La finalidad de este tratamiento es similar al del anterior, actuar sobre los nódulos de grasa para que puedan eliminarse de forma natural. En este caso, en lugar de un láser se emplea el ultrasonido. A veces se acompaña de drenajes limfáticos para favorecer la eliminación de esta grasa. Estas sesión son algo más largas, de entre 45 y 60 minutos, y se necesitan entre 8 y 12 sesiones para obtener un resultado óptimo.

Carboxiterapia. La finalidad de este tratamiento estético para perder peso es hacer que los vasos sanguíneos se dilaten y que el torrente de sangre aumente Para ello, se inyecta dióxido de carbono en los tejidos sudcutáneos con pequeñas inyecciones. Las sesiones son cortas, de unos 15 minutos, pero se necesitan al menos 15 para obtener buenos resultados.

Radiofrecuencia. Se utiliza habitualmente para reducir el abdomen. En este caso, se aplican radiaciones electromagnéticas que generan calor en las moléculas de grasa para que puedan ser eliminadas. La intensidad con la que se aplica varía según el tipo de celulitis que se trate. Las sesiones suelen ser de unos 40 minutos y también se utilizan para estimular la producción de colágeno y conseguir así que la piel de la zona en la que se ha aplicado el tratamiento quede más tersa, evitando el efecto de piel sobrante.

Estos tratamientos suelen aplicarse en casos extremos en los que la acumulación de grasa es muy grande o es debida a algún problema médico, siendo muy difícil la eliminación de la misma de forma natural. No debemos recurrir a ellos simplemente porque queramos reducir tallas sin esfuerzo ya que es más saludable probar previamente a perder esta grasa mediante una dieta saludable y un poco de ejercicio, lo cual puede hacer un buen efecto no solo en nuestro físico si no también en nuestra salud.

Si tienes algún problema de salud no debes dudar en consultar a tu médico antes de someterte a algún tratamiento de belleza para adelgazar.