Los mamarrachismos del Festival de Málaga 2012

Los mamarrachismos del Festival de Málaga 2012

Estamos hartos de decir que si en España no se viste bien, que si las celebrities patrias son las que no dan ejemplo, que si una alfombra roja aquí no merece ni esa denominación, y es que todo esto es cierto. Me duele reconocerlo, pero son verdades como casas. A mi encantaría que llegaran los festivales de cine y de música y me encontrara con cientos de estilismos que poder admirar, comentar (que no criticar) y que copiar; pero no, en España eso no pasa, y para muestra, lo que ha pasado en el Festival de Málaga. Esa Alfombra Roja es nociva para la salud, os lo aseguro.

Quería hacer dos posts, uno dedicado a los mejores looks y otro a los peores, como solemos hacer en Trenditty, pero me he dado cuenta que tras haber hablado de los estilsimos de Elena Anaya ayer, me quedaba sin las mejor vestidas, y pasaba directamente a las peor vestidas, o a las normales, que de tanto aburrimiento no merecen ni una línea porque no hay nada que comentar.

Valor y al toro, que se dice. Pues eso haré y pasaré a desgranar los modelos más terroríficos de esta edición del Festival malagueño.

La peor sin duda fue Natalia Sánchez. La joven es algo inexperta en estas lindes, o por lo menos eso quiero pensar. Hizo dos muy malas elecciones de modelo, acompañados ambos con unos peinados sacados de la época rococó, por lo menos. Jamás vi una cabeza con tanto rizo. En mi vida, os lo aseguro. Le añadían volumen y le hacían un flaquísimo favor a su tipazo.

Otra que hizo pleno fue Ana Fernández. Una chica muy espontánea y muy graciosa, que creo que eso de ir de alfombras rojas lo hace por obligación y se nota, pues todo lo que se pone le queda como a un santo dos pistolas. Una noche se plantificó un vestido de terciopelo (mamma mia! en abril!) que la llevaba a ella, en vez de ser la cosa al revés y otro día dejó de lado el rollo "mujer fatal" y se pasó al otro extremo: el de niña de las flores en las bodas. Pues eso, ni una cosa, ni otra.

Elena Furiase metió especialmente la pata con el peinado, pues el vestido, aunque era demasiado "Barbie Princesa Medieval", no estaba tan mal del todo. Además ella nos cae divinísimamente por su "abril/cerral" y no merece más palabras feas.

Norma Ruiz. Norma Ruiz. ¿Qué se puede decir de ella y de su vestido comprado en Menkes (una tienda de disfraces de Madrid, para el que no sea de la zona)? Pues poco. A menos que fuera a representar el Cascanueces, ese modelo no tiene explicación posible.

Y terminamos con Cristina Castaño, cuya indumentaria era más propia de una tronista de Mujeres y Hombres y Viceversa, que de una actriz que va un festival de cine.