Mapa facial del acné: Por qué es importante saber qué tipo de brote tienes

Todo el mundo ha tenido un grano aquí y allá, pero para muchas personas el acné es un problema continuo. Según la American Academy of Dermatology Association, también es uno de los problemas cutáneos más comunes tanto en adolescentes como en adultos.

Hay muchos consejos por ahí para frenar los brotes (lo que puede ser muy frustrante cuando uno no los pide). Sin embargo, los amigos y la familia a menudo sienten la necesidad de hacer comentarios sobre tu piel y decirte que comer esto o dejar de comer aquello la pondrá en forma. Estos consejos injustificados no sólo hacen que las reuniones resulten incómodas, sino que además son falsos.

No existe una cura universal para el acné y los brotes. El cuerpo de cada persona tiene una composición única y cada caso de acné es diferente. De hecho, identificar qué tipo específico de acné tienes forma parte de averiguar cómo tratarlo. Una forma de reconocer qué tipo de acné tienes es observar dónde aparece en tu cara. Este proceso se conoce como mapeo facial del acné.

Mapa del acné: Por qué nos salen granos en determinadas zonas ¿Qué hacer cuando tienes un brote de acné?

Cómo puede ayudar el mapeo facial del acné

Con el mapeo facial del acné, la idea es que concentrarse en dónde se producen los brotes ayuda a identificar qué partes de la cara son propensas a los brotes. Esta información puede ayudarte a averiguar qué tipo de acné tienes (vía Health). Es un hallazgo fundamental porque cada tipo de acné requiere un plan de tratamiento especializado.

Algunas causas del acné son hormonales, una causa prominente en la adolescencia pero también un desencadenante del acné durante la edad adulta. Otras veces, los brotes pueden aparecer debido a ciertos alimentos como el azúcar y los aceites. Otro culpable es el maquillaje

(que pueden contribuir a obstruir los poros), así como cremas hidratantes, productos para el cuidado del cabello y lociones.

Incluso las prácticas higiénicas que se pasan por alto o no son del todo buenas pueden influir en los brotes de acné. Si pasas demasiado tiempo sin lavarte el pelo o la cara, la grasa se acumulará y también las bacterias. En climas cálidos o al hacer ejercicio, el sudor también puede contribuir a la aparición del acné. Si se combina con ropa ajustada, puede empeorar.

Cuando te salen granos en las mejillas

Dado que las mejillas ocupan una buena parte de la cara, cuando aparecen granos aquí, pueden ser muy molestos y difíciles de disimular. A menudo, la causa de los brotes en las mejillas puede ser el contacto con el maquillaje que utilizas en la cara y con las cosas que tocan a diario.

Las fundas de almohada, sábanas y mantas sucias pueden introducir bacterias y suciedad en tus poros. Lo mismo ocurre con los auriculares y los teléfonos. La dermatóloga Amanda Doyle dice a Health: "Nuestros teléfonos móviles son notorios por llevar gérmenes, y la pantalla acumula aceite y maquillaje por la presión contra nuestra cara."

Además, Doyle afirma que el consumo de azúcar puede provocar a menudo acné en las mejillas. El azúcar es a menudo responsable de las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre, que es otra de las causas del acné en las mejillas. El mejor plan de alimentación es equilibrado, lleno de verduras, fruta, proteínas y cereales integrales, y no provoca subidas ni bajadas de azúcar.

La temida zona T

Uno de los lugares más frustrantes y difíciles de contener donde aparecen los brotes es la zona T. Se trata del área que esencialmente forma una T en tu rostro (la frente, la nariz y la barbilla). Estas son las partes de la cara donde se produce más grasa y también donde son comunes los puntos negros. También es una zona que se ve afectada por los productos de cuidado del cabello y el maquillaje.

La clave para frenar los puntos negros y los granos de la zona T es controlar la producción de grasa. Lávate la cara al menos dos veces al día. También puedes utilizar paños absorbentes para absorber la grasa cuando estés fuera de casa. Otra forma de mantener la zona limpia y desobstruida es utilizar tiras para poros y exfoliarse con regularidad. Elige un exfoliante suave que no reseque la piel.

Como aquí entran en juego los cosméticos, elige maquillaje sin aceites que tenga una base acuosa y asegúrate de limpiarte completamente la cara por la noche antes de acostarte.

Qué significa el acné a lo largo de la línea de la mandíbula

Algunas personas tienden a tener brotes en la parte inferior de la cara, a lo largo de la línea de la mandíbula. Según Everyday Health, el acné hormonal suele aparecer en el tercio inferior de la cara, por lo que es más pronunciado a lo largo de la línea de la mandíbula e incluso puede encontrarse en el cuello.

"El acné hormonal tiende a aparecer en la parte inferior de la cara -la barbilla, la mandíbula y el cuello- y suele ser más quístico que en forma de pequeños puntos negros o blancos", afirma la dermatóloga Dra. Amy Wechsler. Esto explica todo el acné hormonal, no sólo el que aparece durante la pubertad. Es habitual que las mujeres sufran brotes durante el síndrome premenstrual y el embarazo. Los granos también tienden a aparecer durante la perimenopausia y la menopausia.

Wechsler también señala: "La razón número uno por la que alguien tiene acné es la genética". Así que, aunque podemos hacer varias mejoras en el estilo de vida para frenar el acné, puede que no haya forma de evitarlo por completo si viene de familia.

El acné quístico necesita tratamiento médico

Los puntos blancos, las espinillas y los granos comunes suelen tratarse modificando el estilo de vida, por ejemplo limpiando la cara con regularidad, así como todo aquello con lo que entre en contacto, como almohadas y sábanas. También ayuda llevar una dieta sana y mantenerse alejado de las comidas con alto índice glucémico, cargadas de azúcar y aceites. Duerma lo suficiente y evite el maquillaje a base de aceite. Sin embargo, puede que ninguno de estos ajustes sea suficiente para aliviar el acné quístico.

El acné quístico suele ser hereditario, según Cleveland Clinic. Se produce en la profundidad de la piel, no en la superficie como los puntos negros y los puntos blancos. Provoca quistes profundos y a menudo dolorosos y suele requerir un tratamiento más intenso. El tratamiento incluye cremas antibióticas tópicas recetadas, medicamentos orales y anticonceptivos. Las inyecciones de corticosteroides a veces ayudan, pero también puede ser necesario drenar los quistes muy grandes en la consulta de un dermatólogo.

Siempre es una buena idea acudir a un dermatólogo para que te ayude con cualquier tipo de brote que tengas. Un médico puede diseñar un plan de tratamiento para ayudar a curar los problemas actuales y prevenir futuros brotes, sobre todo si puedes explicarle el tipo de acné que has tenido y qué partes de la cara se han visto afectadas exactamente.