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Australia se enfrenta a una escasez nacional de un medicamento para la diabetes, ya que un número cada vez mayor de personas lo utilizan con el propósito no indicado de perder peso, según News.com.au.
La semaglutida, un medicamento desarrollado para tratar la diabetes de tipo 2 mediante el aumento de la producción de insulina, ha causado sensación como un "cambio de juego" para la pérdida de peso, ya que la investigación sugiere que ayuda a suprimir el apetito, lo que lleva a una mayor pérdida de peso que un placebo.
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La FDA aprobó la semaglutida como tratamiento de la obesidad para los estadounidenses en junio de 2021, lo que provocó un aumento de la demanda de los consumidores. A finales de 2021, Novo Nordisk, la empresa danesa que produce el medicamento, anunció que no podía fabricar suficiente semaglutida para atender algunas recetas. La empresa ha dicho que la escasez probablemente continuará hasta la segunda mitad de 2022.
Aunque la semaglutida aún no está aprobada para tratar la obesidad en Australia, la aplicación de redes sociales TikTok ha contribuido a impulsar una tendencia de personas que solicitan el medicamento para perder peso, informó News.com.au.
Los usuarios han publicado anécdotas sobre la pérdida de peso y la reducción del apetito después de comenzar las inyecciones de una vez a la semana, en algunos casos dando a entender incorrectamente que la pérdida de peso puede mantenerse sin seguir tomando el fármaco. Las investigaciones sugieren que, para mantener el peso, es necesario seguir tomando semaglutida.
El aumento de la demanda de semaglutida y la escasez resultante hicieron que varias organizaciones sanitarias australianas emitieran una declaración conjunta en la que instaban a los médicos a limitar las prescripciones al uso previsto para tratar la diabetes de tipo 2.
Los suministros de semaglutida deben priorizarse por su uso "esencial" para tratar la diabetes, y las personas con recetas deben surtirlas pronto, según el comunicado.
Pero la escasez no es la única controversia sobre la semaglutida. Los expertos en obesidad también han expresado su preocupación por las disparidades en cuanto a seguros y costes del medicamento, según informó el New York Times.
La semaglutida se ha cotizado a un precio superior, de 1.349 dólares, para el suministro de un mes para el tratamiento de la obesidad, en comparación con la cotización de 892 dólares para la misma dosis y cantidad para tratar la diabetes, señaló Ted Kyle, un profesional sanitario especializado en obesidad, en su blog ConscienHealth.
Algunos dietistas registrados también han cuestionado las posibles consecuencias a largo plazo de la medicación, incluyendo el estigma del peso continuo vinculado a peores resultados de salud en las personas con mayor peso, dijo previamente a Insider Rachael Hartley, una dietista registrada que se especializa en la alimentación intuitiva.
"Existe la suposición de que si tienes más peso, estás haciendo algo mal, y francamente eso no es cierto", dijo. "La diversidad corporal existe de forma natural".
