No necesitas una cita de baile perfecta
¿Estás muy emocionada por tu próximo baile de primavera, tu regreso a casa o tu graduación? Te entendemos. Se supone que los bailes escolares son la noche *perfecta*. El vestido perfecto. El lugar perfecto. La música perfecta. Y... ¿la cita perfecta?
Créeme, conozco la presión de encontrar una cita para los bailes del colegio. Ver un sinfín de extravagantes propuestas de baile y estar en el extremo receptor de preguntas como "¿Con quién vas a hoco?" no sienta nada bien. La imagen aparentemente perfecta de los bailes que suelen mostrar las películas y la televisión suele incluir una cita alta y atractiva al lado de la protagonista, o si ésta no tiene una, se la muestra sola en el baile. Pero esta es la realidad: No necesitas una cita para divertirte en un baile escolar.
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Al contrario de lo que muestran las películas para adolescentes, no estarás sola si no vas con una pareja. Ir a esa fiesta de bienvenida o al baile de primavera con todos tus amigos (sí, incluso los que tienen pareja) puede ser 100% tan divertido -si no más- como ir con alguien especial.
Sin una cita, tienes la libertad de ir a lo grande con tu magnífico traje sin tener que preocuparte de coordinarte con la otra persona. Los bailes formales son una oportunidad muy divertida y especial para vestirte de forma que te sientas segura de ti misma. Así que apuesta por ese vestido rosa intenso o por las joyas llamativas a las que has echado el ojo. Centra toda la atención en ti mientras te preparas: te lo mereces.
Pero lo entiendo; una parte importante de los bailes escolares es hacer fotos a todo el mundo de antemano. Si te encuentras rodeado de parejas mientras vas solo, no te preocupes. Puedes hacer muchas fotos adorables en solitario que dejarán a todos boquiabiertos. Y no te olvides de hacer un millón de fotos con tus amigos para el recuerdo. No dejes que una pequeña cosa empañe tu experiencia y las fotos que capturan tus recuerdos.
Y, sobre todo, puedes disfrutar plenamente en el baile sin que nadie esté pegado a tu cadera. Haz esos sorprendentes movimientos de baile sin miedo a que alguien te juzgue. Diviértete sin filtros con tus amigos sin sentirte presionado a pasar todo tu tiempo con una persona. Disfruta de la noche: después de todo, sólo tienes una experiencia en el instituto.
