¿Por qué a las mujeres les cuesta aceptar los cumplidos?
Psicólogos hablan de por qué a las mujeres les cuesta tanto aceptar los cumplidos.
No hablamos de esos piropos incómodos que nos lanzan por la calle, ni de esos cumplidos desagradables que pueden considerarse acoso. Hablamos de cuando un chico o una chica nos dice lo bonito que tenemos hoy el pelo o lo bien que hemos hecho nuestro trabajo y nosotras, en vez de sonreír y dar las gracias, lo negamos, nos avergonzamos y les devolvemos el piropo para quitarnos importancia. ¿Por qué hacemos esto?
Aunque pueda parecer un mito, se trata de una realidad. Varios psicólogos han estudiado el tema y es algo bastante generalizado en el mundo femenino. Según un estudio, la mayoría de las mujeres, cuando reciben un piropo, tienden a pensar una de estas tres cosas: que les están mintiendo, que quieren conseguir algo a cambio o que se lo dicen porque sienten lástima por ellas.
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Paradójicamente, las mujeres somos las que hacemos más cumplidos a nuestras amigas y conocidas y, aún así, cuando nos toca el turno a nosotras, no somos capaces de verlos como algo sincero.
La psicóloga Susan Quilliam tiene claro que es una cuestión de falta de autoestima y de exigencia. Las mujeres solemos ser muy exigentes con nuestro aspecto y también con nuestros logros profesionales y amorosos. Así que, en muy pocas ocasiones, creemos que somos dignas de esos piropos.
Por otro lado, también influye el factor de la educación. A las mujeres se les enseña desde niñas a ser humildes para no parecer creídas o arrogantes. Por esta razón, aceptar un comentario positivo sobre nuestro aspecto o sobre algo que hemos hecho bien, lo asociamos a parecer creídas, por lo que tendemos a quitarle importancia.
Pero no es esto lo que los expertos recomiendan. El psicólogo Guy Winch recomienda que trabajemos en dar las gracias cuando nos hacen un cumplido y aceptar ese comentario positivo, lo cual es un ejercicio muy positivo para el autoestima.
Si a ti también te cuesta aceptar los cumplidos, empieza a trabajar en ello. Por cierto, ¡qué bien te sienta ese color!
