Por qué los hombres fuerzan a las mujeres a mirar mientras se masturban
Algunas de las acusaciones recientes más inquietantes de agresión sexual involucran a los hombres que obligan a las mujeres a verlos masturbarse. Por desgracia, pero no por sorpresa, algunos altos ejecutivos y distintas celebridades están saliendo a la palestra y los últimos días muchos han salido con un tema recurrente: mírame mientras me masturbo.
La periodista Lauren Sivan dice que después de rechazar el intento de Harvey Weinstein de besarla en un restaurante, él le dijo que "se parara donde estaba y con la boca cerrada", antes de vomitar en una maceta. En un yate en Cannes, la modelo Angie Everhart alega que se despertó de una siesta y se encontró a Weinstein de pie junto a ella mientras se masturbaba, con su cuerpo bloqueando la puerta de la cabina. Al menos otras cuatro actrices y modelos han contado historias similares, que son paralelos a los rumores de la industria sobre Louis C.K. que se han terminado convirtiendo en triste realidad, masturbándose frente a cómicas colegas (y el brillante humorista rechazó estas acusaciones como "rumores" a principios de este año). Por supuesto, esta perversión sexual no se limita al mundo del espectáculo, ni mucho menos; las denuncias de este tipo aparecen varias veces en la notoria lista de "hombres de mierda en los medios", y los hombres se exponen a las mujeres en el metro y en las calles de la ciudad todos los días.
Este albergue cobra más a las mujeres que a los hombres por la misma cama Hombres que se masturban en los aviones: ¿por qué nadie hace nada?
Alexandra Katehakis, terapeuta sexual y directora clínica del Centro para el Sexo Saludable en L.A. habla sobre el tema.
La masturbación es una forma diferente de violencia, una que no es física o verbal. ¿Por qué este acto en particular atrae a los depredadores?
Los exhibicionistas deliberadamente buscan sorprender a sus víctimas porque están enojados. No buscan hacer amigos ni tampoco una cita: estos son actos de venganza contra las mujeres. Estos hombres están imponiendo la parte del cuerpo que es más amenazante para una mujer y, al hacerlo, están actuando lo que se llama "hostilidad sexualizada" o "ira erotizada" contra su presa. Esa mirada de miedo o humillación en las mujeres les está excitando. Vemos clínicamente que estos hombres se sienten tremendamente inadecuados.
