¿Por qué me huele la regla?
Nuestro ciclo mensual es hermoso, complejo, multidimensional, divino-femenino, nuestro sexto signo vital y, a veces, no muy glamuroso. Y no tiene por qué serlo. Es una parte natural, desintoxicante y enraizada del cuerpo femenino que da vida, y nadie puede decirnos si debe o no ser -o oler- bonito.
Pero en ese sentido, los diferentes olores en torno a nuestro periodo podrían estar diciéndonos algo. Nos gusta pensar en el ciclo menstrual como un signo vital. El momento, el peso, la textura y los síntomas premenstruales trabajan juntos y por separado para comunicar lo que ocurre con nuestro cuerpo, nuestro estado reproductivo y, en última instancia, nuestra salud y seguridad.
En primer lugar, es importante señalar que nuestras vaginas son una humilde morada para miles de millones de bacterias. Se trata de nuestra flora, un microbioma propio de la vagina. Esta flora se encarga de regular la limpieza del interior de la vagina, manteniendo la población de bacterias buenas y eliminando las malas (hola flujo).
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Esta flora vive en un delicado equilibrio, y se sabe que ese equilibrio cambia cuando se ve influenciado por factores externos o incluso internos, como el estrés crónico, la enfermedad o los cambios en nuestro periodo. Sin embargo, no se trata sólo de las bacterias: la vagina tiende a ser ligeramente ácida, con un nivel medio de pH de alrededor de 4,5. El nivel de pH puede cambiar cuando estás en tu periodo. He aquí algunas de las corrientes de aire que podemos captar.
Este es un olor más común en la época de la hemorragia, y se debe al hierro en la sangre. Puede oler a cobre, casi como un centavo. Esto se debe a la pérdida de sangre y tejidos a través del canal vaginal y es temporal. El sangrado ocasional después o durante las relaciones sexuales también es relativamente común, y también será temporal. Si el olor o cualquier sangrado irregular persiste mucho tiempo después de la menstruación, consulta a un médico.
Por desgracia, no estamos hablando de azúcares dulces como los Skittles. Mientras que podemos comer muchas frutas frescas y tropicales para hacer las cosas un poco más dulces en nuestro tarro de miel el resto del mes, nuestro período es una excepción. Sin embargo, un aroma ligeramente dulce y terroso suele deberse a la presencia de bacterias -buenas bacterias-. Todo está bien aquí.
Esto será distinto, fuerte, inconfundible y posiblemente un poco alarmante. Normalmente se debe a un cuerpo extraño en el interior de la vagina (un tampón perdido u olvidado) y es un tema de higiene que debe abordarse de inmediato para evitar el síndrome de shock tóxico.
Mientras que la sangre de la menstruación puede adquirir un ligero olor a pescado además del olor metálico, un olor abiertamente a pescado es un signo de posible infección. Esta infección es más conocida como vaginosis bacteriana, y aunque crea un olor a pescado durante la menstruación, puede causar cantidades anormales de flujo durante otros momentos del mes. Está causada por un crecimiento excesivo de las bacterias de nuestra flora normal; incluso un desequilibrio de las bacterias "buenas" no es una buena noticia en este caso. Todo es cuestión de equilibrio, y un exceso de bacterias significa infección. Es una buena idea acudir a un médico y buscar cuál es el mejor plan de tratamiento; no te preocupes, no es grave pero puede llegar a serlo si no se controla.
No es de extrañar que tengamos muchas glándulas sudoríparas en la región de la ingle, conocidas como glándulas sudoríparas apocrinas; la zona en general es el hogar de algunos ganglios linfáticos bastante pesados, responsables de procesar y drenar los compuestos tóxicos de nuestro fluido corporal, y son súper importantes. Aunque, a veces, durante el periodo, la temperatura de nuestro cuerpo tiende a aumentar, y puede que nos encontremos sudando un poco más.
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Aunque no hay absolutamente nada malo en ello, y damos la bienvenida a la desintoxicación adicional, puede causar una humedad adicional desagradable "ahí abajo", además de un olor más penetrante. La ropa interior para la menstruación es absorbente y absorbe la humedad, lo que ayuda a mantener las cosas secas, y las toallitas húmedas con pH equilibrado o un lavado pueden ayudar a mantener las cosas frescas y el olor bajo control.
