¿Se beneficiaría mi relación de pareja de un asesoramiento psicológico?
La autoayuda está de moda con cientos, si no miles, de cuentas en las redes sociales dedicadas a aprender a convertirse en la mejor versión de uno mismo.
¿Pero qué pasa cuando tu problema no soy "yo", sino "nosotros"?
Cuando se necesitan dos para bailar un tango, literal y metafóricamente, la terapia de pareja puede beneficiar tanto a los individuos como a la relación. A pesar de su largo e inmerecido estigma, acudir a terapia de pareja no significa que la relación sea mala. Es una herramienta para mejorar.
Mi pareja y yo no celebramos nuestro aniversario ni el día de San Valentín. Eso ha fortalecido nuestra relación. Amber Heard sufrió un trastorno por "violencia de pareja" tras su relación con Johnny Depp
¿Cómo saber si ha llegado el momento de acudir a un profesional? Mary Jo Rapini, M.Ed, LPC es psicoterapeuta, conferenciante y autora que fomenta las relaciones sanas. Ha elaborado una lista de señales de alarma que pueden indicar la necesidad de ayuda profesional.
Rapini recomienda tener a mano un terapeuta de marcación rápida en cuanto la relación avance hacia el matrimonio o una etapa seria equivalente, alguien a quien "puedan recurrir cuando pasen por baches que no sean capaces de abordar. O cuando, si los abordan, los problemas no terminan como pensaban o deberían para beneficiar la salud del matrimonio".
Rapini comparte que la terapia de pareja es un lugar donde la gente viene a aprender más sobre sí mismos. "La persona más importante en la que tienes que centrarte en un matrimonio eres tú. ¿Qué te impide cambiar? ¿Qué te resiste a cambiar?". También hace hincapié en la necesidad de aprender por qué la acción de la pareja duele tan profundamente y utilizar ese conocimiento para crecer.
"La razón por la que nuestro cónyuge suele tener tanta influencia sobre nosotros es porque estamos resolviendo algún dolor de nuestra infancia, y esta pareja es otra persona con la que normalmente intentaremos resolver estos problemas", dice.
Rapini advierte que algunas parejas no se beneficiarán de la terapia. "Si estás en una relación y ya ha habido infidelidad y negligencia por ambas partes de la relación, ir a terapia como último esfuerzo probablemente no tendrá éxito", explica. "Mi mayor temor es que te deje mal sabor de boca acudir a terapia en tu próxima relación".