Se queja porque el infarto de una señora le arruinó su nochevieja
Se quejó al restaurante donde cenó porque el infarto de una señora le arruinó la Nochevieja. Así le contestaron ellos.
Todos hemos conocidos personas frías y egoístas en nuestra vida, pero estamos seguras de que esta se lleva la palma. Holly Jones, una mujer de Indiana, estaba celebrando su Nochevieja en el restaurante Kilsoy's Downtown Indy junto a su marido como cada año cuando un 'incidente' le hizo indignarse.
Durante la cena, una señora que cenaba con su familia en otra mesa, comenzó a sufrir un infarto, algo que hizo que requiriera toda la atención de los camareros y el servicio de emergencias. Holly no soportó que los responsables del restaurante le prestaran más atención a la mujer que sufría el infarto que a ella y se sintió completamente indignada.
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Cuando llegó a casa, Holly no dudó en escribir una queja en la web del restaurante mostrando su decepción ante el 'mal trato' y la falta de atención que había recibido durante su cena. Entre otras cosas, la joven se quejó de tener que haber visto “como una persona moría”, algo que “arruinó por completo” su noche. También aprovechó para arremeter contra los trabajadores que, según cuenta, la ignoraron completamente cuando pidió la cuenta para ocuparse de la señora que estaba en el suelo.
De entre todos los comentarios que hizo en su queja, el que más polémica generó en las redes fue su queja porque el gerente le dijo que “una persona muriéndose era más importante”, algo que Holly no entendió ya que dice que ella y su marido “estaban gastando mucho dinero” en la cena. En cuanto a la señora del infarto, la mujer la calificó como “drogata con sobredosis” a pesar de que era evidente que se trataba de una mujer mayor con un problema de corazón.
Afortunadamente, el gerente del restaurante supo darle a Holly Jones la respuesta que merecía: “me gusta especialmente los feedback como este, para que otros puedan ver las personas tan desagradables con las que a veces tenemos que lidiar. Estamos agradecidos de que no vuelva más ya que no queremos gente de corazón frío y desagradable como ella en nuestro local”.
Y es que no hay nada como una buena respuesta, solo hay que ver el ejemplo de la queja a esta aerolínea por tener azafatas gordas, o la de esta mujer a la persona que pensó que se estaba aprovechando de la plaza de minusválidos.
Se quejó a un restaurante de que el infarto de una señora le arruinó la Nochevieja y el gerente le contestó de la mejor forma posible.
