Según la ciencia, estar enamorado es como estar borracho

Estar enamorado se parece mucho a estar borracho, ¿sabes por qué? Así lo explica la ciencia. 

Seguro que este titular no te ha extrañado demasiado. Todos nos hemos sentido alguna vez “borrachos de amor” al tener esas mariposas en el estómago que no nos dejan pensar con claridad y actuar como lo haríamos si estuviéramos “sobrios”, es decir, si no estuviéramos enamorados. Pues bien, parece que se confirma científicamente: estar enamorado se parece mucho a estar borracho. 

Un estudio de la Universidad de Brighton, en Reino Unido, ha concluído que la oxitocina que tu cuerpo libera cuando te enamoras, te hace sentir cosas similares a cuando te emborrachas. Esto puede ser bueno o malo, ya que puede provocarte celos, arrogancia e incluso agresividad.

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La oxitocina, además, te hace sentir relajado, más confiado y también más feliz. Aunque esta parezca la combinación perfecta, las tres cosas juntas hacen que nos desinhibamos y actuemos sin filtro. Sin frenos y a lo loco.

Por ello, ambas sensaciones – la de estar borracho y la de estar enamorado – pueden ser beneficiosas y también perjudiciales, ya que nos hacen sentir que somos capaces de todo y tomemos riesgos innecesarios. O decisiones que no seríamos capaces de tomar de otra forma, como viajar en bicicleta por amor.

La oxitocina, también conocida como la hormona de la felicidad, es la misma que tu cuerpo libera durante el sexo (sí, la misma que en el cunnilingus puede prevenir el cáncer).

Si te has sentido alguna vez como “borracha de amor” ya tienes la explicación científica de por qué: estar enamorado se parece mucho a estar borracho.