Sí, está bien poner límites familiares durante las vacaciones

Esta época del año puede ser desencadenante para muchos.

Volvemos a encontrarnos con sistemas familiares que pueden desencadenar, desarraigar, traspasar los límites y devolvernos a una época de nuestras vidas en la que no nos sentíamos honrados, respetados o en control.

No importa que lleves un año yendo a terapia una vez a la semana, leyendo todos los libros de autoayuda, siguiendo tus cuentas favoritas de Instagram de autoayuda donde asientes con la cabeza a todo lo que se escribe o meditando a diario.

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Aunque estés integrando prácticas saludables en tu vida, es bastante normal que sientas que pierdes el control de tus herramientas en el momento en que vuelves a entrar en la casa de tu infancia, recibes esa mirada de tu padre, escuchas el primer ataque de crítica de tu madre o recibes preguntas indiscretas sobre tu vida sentimental, la cronología de tu bebé o lo que debe haber pasado para que te hayas perdido en este mundo.

Permíteme que te diga primero que no estás obligado a viajar a casa de tu familia durante las vacaciones. Tienes permiso para decir que no. Tu trabajo en este mundo no es cuidar de la salud emocional de los demás a expensas de ti mismo. Esto puede ser muy conflictivo y requerir otro artículo, pero por ahora, que sepas que no pasa nada si te niegas.

Si decide ir y tiene algunas dudas, aquí tiene algunas cosas que debe tener en cuenta:

Hazte un plan de preparación. Esto puede incluir cuánto tiempo te quedas, dónde vas a dormir y si necesitarás un vehículo en caso de que quieras marcharte. Puedes plantearte comunicar parte del plan con antelación. Recuerda que no estás pidiendo permiso, sino informando a todo el mundo de lo que vas a hacer.

Deje claras sus expectativas. Es fácil hacerse ilusiones de que las interacciones con ciertos miembros de la familia pueden ser diferentes que antes. Compruébelo. Si alguien te sorprende gratamente, estupendo, pero de momento, recuérdate con antelación qué es lo que debes esperar y cómo manejarlo cuando se presente. Si esperas que tu tía vuelva a hacer mención a tu soltería, sabe de antemano cómo vas a responder.

Utiliza la naturaleza. Sal al aire libre todos los días. Crea un espacio para ti. Procura salir de casa para dar un paseo, tomar un café (sí, aunque haya en casa) o llevar un diario a un parque. Si vives en un lugar frío, mueve tu energía. Ve a una cafetería, visita una librería o simplemente abrígate y déjate llevar por la belleza que te rodea.

Recuérdate a ti mismo que no debes sacrificar tu bienestar emocional por los demás.

Dígaselo a sí mismo todos los días. Dilo en cualquier momento que lo necesites. Si compartes las vacaciones con una pareja, pídele que te apoye y te lo recuerde. Si no tienes pareja, recurre a una amistad (un mensaje rápido puede llegar muy lejos). Vuelve a casa con esto una y otra vez.