Truco: ¡Que tu labial no se traspase a tus labios!

A mi es una de las cosas que más vergüenza me da. Ese momento en el que vas al baño y descubres que llevas desde ni se sabe con los dientes manchados de ese rojo que pensabas que te hacía lucir como una Marilyn del siglo XX. A todas nos ha pasado, sí, también a la Monroe, pero para evitarnos momentos incómodos, os vamos a desvelar un pequeño truco que hará que no te vuelva a ocurrir.

Coge una buena cantidad de vaselina o de bálsamos de labios (nos gusta más la primera opción porque es más económica y efectiva) y ponla por toda la zona interior del labio, en esa en la que la que ya no irá color. 

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La vaselina hará las veces de barrera y hará que no se traspase el labial a tus dientes y que no tengas que vivir otro momento de "oye, tienes los dientes rojos…" No, gracias.