Un hombre es hospitalizado tras descubrir una tenia en su cerebro
Los médicos que trataron a un hombre que fue hospitalizado con convulsiones, desorientación y un comportamiento extraño dijeron que las tenias habían estado viviendo en su cerebro durante años sin ser detectadas, según un estudio de caso publicado el 11 de noviembre en el New England Journal of Medicine.
El hombre, de 38 años, parecía estar en perfecto estado de salud, hasta que una noche su mujer se despertó y lo encontró en el suelo, temblando y "diciendo sandeces", según el informe del caso.
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Fue hospitalizado y los médicos le trataron por una convulsión, observando que no respondía a las preguntas y parecía estar mirando involuntariamente hacia el techo.
El hombre no tenía antecedentes de enfermedad, ni consumo de medicamentos o drogas, y no tenía síntomas recientes hasta las convulsiones, dijo su familia a los médicos.
El equipo médico del Hospital General de Massachusetts acabó diagnosticando al paciente una cisticercosis, también conocida como infección por tenia, que se confirmó mediante escáneres cerebrales y análisis de sangre.
Las infecciones por lombriz solitaria pueden pasar desapercibidas durante años y llegar al cerebro, provocando convulsiones.
Dos décadas antes, el paciente había emigrado de una zona rural de Guatemala, donde las enfermedades parasitarias son endémicas, según el estudio del caso.
Los parásitos procedentes de la ingesta de carne o pescado poco cocinados e insalubres pueden transmitirse de persona a persona si alguien con una infección no se lava las manos después de ir al baño. Los diminutos huevos del parásito presentes en la caca de la persona pueden extenderse a otras superficies, o incluso a los alimentos, y ser ingeridos por otra persona, transmitiendo el gusano.
Los síntomas de la infección incluyen molestias digestivas, pérdida de peso y dolor abdominal. Pero el parásito no se queda necesariamente en el sistema digestivo. Los bichos también pueden migrar por todo el cuerpo, a los músculos y al cerebro a través del torrente sanguíneo, causando potencialmente una serie de síntomas.
Por ejemplo, en un caso similar de convulsiones relacionadas con parásitos de 2019, un hombre de 43 años en China se quejó de dolores de cabeza, lo que llevó al descubrimiento de cientos de tenias dentro de su cerebro. Los síntomas, incluidas las convulsiones, comenzaron aproximadamente un mes después de cenar una olla caliente de cerdo de la que "se sentía inseguro".
En un estudio de caso de 2020, una mujer se quejaba de dolor de garganta, y los médicos encontraron una lombriz redonda parasitaria de un centímetro de largo en su amígdala, probablemente causada por el sashimi que comió cinco días antes.
Sin embargo, también pueden pasar años hasta que aparezcan los síntomas, ya que los huevos de los parásitos pueden estar al acecho dentro del cuerpo sin provocar una respuesta inmunitaria, informó Ars Technica.
Los parásitos pueden ser peligrosos, pero las infecciones son infrecuentes en Estados Unidos
En las regiones donde los parásitos son más comunes, incluyendo partes de Asia y América Central, entre el 10% y el 50% de los casos de epilepsia están relacionados con infecciones de tenias en el cerebro, según la investigación. Las tenias específicamente también se pueden encontrar en algunas partes de América, incluyendo Texas, el sur de California y la ciudad de Nueva York, según el estudio de caso.
La mayoría de nosotros no tenemos que preocuparnos por andar con parásitos, según declaró previamente a Insider el Dr. Kyle Staller, gastroenterólogo del Hospital General de Massachusetts (que no participó en el estudio del caso).
Pero el miedo a los parásitos ha impulsado una tendencia hacia las "limpiezas" virales, productos que dicen desparasitar el cuerpo para curar todo, desde la niebla cerebral hasta los problemas de peso.
"La idea de que hay un organismo vivo dentro de nosotros que nos roba la nutrición y la salud es algo a lo que la gente puede agarrarse y el miedo es un argumento de venta", dijo Staller.
La mejor manera de prevenir las tenias es cocinar la carne, especialmente la de cerdo, a una temperatura de entre 145 y 160 grados Fahrenheit, según los CDC. Lávese bien las manos y los platos o utensilios después de haber estado en contacto con la carne cruda. Lávese siempre las manos después de ir al baño.
