Un joven de 23 años murió tras ser dejado sin atención durante 7 horas en el hospital
Una madre afirma en una nueva demanda que su hijo de 23 años murió tras ser dejado sin atención en la sala de espera de un hospital durante siete horas.
En una demanda presentada ante el Tribunal Superior de Connecticut, Tina Darnsteadt dijo que una ambulancia llevó a su hijo, William Miller, al hospital después de que ingiriera polvo blanco mezclado con fentanilo.
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El hospital llevó a Miller a una parte del hospital reservada para pacientes con "condiciones que amenazan la vida", afirma la demanda. Las imágenes de seguridad mostraron que Miller se levantó de una camilla para ir al baño, ir a una máquina expendedora y llamar a su madre mientras el personal médico pasaba junto a él durante siete horas, según la demanda.
Una enfermera que finalmente acudió a revisarlo encontró a Miller sin pulso tras haber sufrido un infarto durante un "periodo de tiempo desconocido", según la demanda.
"Resulta que Billy habría estado mucho mejor si nunca hubiera ido al Hospital Yale New Haven", dijo Sean McElligott de Silver Golub & Teitell LLP, el abogado que representa a Darnsteadt, en una declaración a Insider. "Asumieron la responsabilidad por él, pero luego no hicieron absolutamente nada para ayudarle. Es trágico".
El Hospital Yale-New Haven no respondió a la solicitud de comentarios de Insider.
La demanda afirma que el hospital lo puso en un área reservada para pacientes que necesitan atención inmediata debido al riesgo que implica el fentanilo
Según la demanda, un miembro del cuerpo de bomberos administró a Miller naloxona, un fármaco que detiene temporalmente el efecto de los opioides, después de que el joven de 23 años ingiriera polvo blanco con fentanilo con unos amigos en un parque.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dijeron que las muertes por sobredosis que involucran al fentanilo aumentaron en un 56% de 2019 a 2020, y siguen aumentando.
Según la Universidad de Rutgers, se necesita una pequeña cantidad de fentanilo para producir un efecto de "subidón", por lo que es fácil sufrir una sobredosis.
Cuando una ambulancia llegó a recoger a Miller, éste "caminaba, hablaba y estaba alerta", afirma la demanda. Una enfermera lo ingresó en una parte del hospital reservada a los pacientes que necesitan atención inmediata debido al riesgo de toxicidad del fentanilo.
La demanda afirma que el historial médico de Miller no se rellenó entre las 7:15 de la mañana, cuando ingresó en el hospital, y la 1:56 de la madrugada, cuando se le encontró sin pulso.
Después de que una enfermera encontrara a Miller, la demanda afirma que el hospital lo trasladó a una unidad de cuidados intensivos donde no recuperó la actividad cerebral. El personal médico lo declaró oficialmente muerto al día siguiente, según la demanda.
"Como resultado adicional de la negligencia del demandado de Yale, el Sr. Miller sufrió la pérdida total prematura del disfrute de todas las actividades de su vida", dice la demanda.
