Una abogada dejó su trabajo en la empresa para convertirse en una "doula de la muerte" autodidacta que ayuda a morir a la gente

En 2012, Alua Arthur se encontró en Cuba en un viaje de 14 horas en autobús. Durante el viaje, Arthur, que dijo que acababa de pedir la baja médica en su trabajo de abogada en una empresa debido a un diagnóstico de depresión clínica, se sentó junto a alguien que cambiaría su vida.

La mujer le dijo a Arthur que tenía cáncer de útero. En poco tiempo, hablaron de cómo podría ser su funeral, de la familia que dejaría atrás y de todas las cosas que quería hacer antes de morir.

Durante su conversación, Arthur dijo que notó el tono desesperado de la desconocida y pronto supo que la mujer no tenía a nadie con quien hablar íntimamente sobre la muerte. La mujer dijo que había hablado con un psicólogo sobre cómo era morir físicamente, pero que quería saber más, como por ejemplo, cómo podía continuar su legado. Así que Arthur se propuso convertirse en la persona que pudiera proporcionar ese tipo de cuidados.

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Ahora, la "abogada en recuperación" es una doula de la muerte reconocida internacionalmente, una persona que ayuda a otras personas cercanas a la muerte a planificar cómo quieren irse, y la fundadora de Going With Grace, una organización de planificación y formación para el final de la vida.

Seis meses después de su viaje a Cuba, al cuñado de Arthur le diagnosticaron un cáncer terminal en fase avanzada.

Aunque en aquel momento no se llamaba a sí misma "doula de la muerte", asumió las responsabilidades de los cuidados físicos y emocionales. Arthur se instaló con su cuñado, su hermana y la familia de éstos durante los dos últimos meses de su vida. Una vez que murió, ayudó a su hermana con los aspectos legales de su muerte.

Fue a través de esa experiencia que Arthur dijo que se dio cuenta de que la actitud temerosa e ignorante de nuestra sociedad hacia la muerte hacía un flaco favor a la vida.

"Cuando pensamos en la muerte, pensamos en todos los aspectos de nuestra vida, en el tipo de trabajo que hicimos, en quiénes amamos, en cómo amamos, en cómo eran nuestras relaciones", dijo Arthur a Insider.

Dijo que pensar en quiénes queremos ser y cómo deseamos que nos recuerden podría ayudarnos a luchar por ello en nuestras vidas, independientemente del estado de salud.

Arthur ha visto cómo ese sentimiento se manifiesta de forma hermosa con sus clientes, dijo.

Una joven decidió hacer un funeral en casa y Arthur ayudó a cubrir el lugar con rosas blancas. Después de su muerte, Arthur y los amigos de la joven cubrieron también su cuerpo con rosas blancas.

Otra mujer le dijo a Arthur que quería que el mundo conociera su receta de brownies incluso después de su muerte. En sus últimos días, Arthur y los seres queridos de la mujer prepararon los brownies. Luego, la mujer pidió que sus restos incinerados se colocaran en un molde para hornear.

"Elige partes del individuo, quiénes son y qué les importa. Intenta verter eso en su muerte, porque verás que nuestros valores en vida nos llevan hasta la muerte", dijo Arthur.

En la actualidad, Arthur centra su tiempo en la formación de personas que quieren convertirse en doulas de la muerte.

Su curso en línea recorre todos los elementos que ha aprendido en la última década, como la forma de navegar por la medicina y el sistema sanitario, la mecánica de la muerte, la industria funeraria y cómo honrar el legado de un moribundo mediante rituales.

Arthur también ha considerado largamente su propia muerte y tiene un plan en mente.

Se ve a sí misma sentada en una terraza mientras el sol se pone, con tonos anaranjados y morados pintando el horizonte. Oirá correr el agua cerca y estará rodeada de todas las personas que amaba, aunque no podrán tocarla físicamente.

"Y luego, en cuanto vean que he exhalado mi último aliento, quiero que aplaudan y se sientan realmente agradecidos por haber vivido, y espero haber muerto, con gracia", dijo Arthur.