Utensilios salvavidas: el rizador de pestañas

Todas somos muy fans de la máscara de pestañas, pero ¿qué queréis que os diga? yo hay días que me da perezón ponerme rimmel, porque lo que quiero es un look más natural, que parezca que no llevo nada. Para esos días tengo la solución: el rizador de pestañas ¡tatatachán!

Me cojo mi aparatito pestañil y riza que te riza me queda estupenda la mirada. La primera vez que vi usar uno reconozco que se me puso pellizco en el estómago. Solo imaginar que metía la pestaña demasiado dentro y me iba a acabar haciendo daño en el ojo me sentía aterrada. Pero nada más lejos, si alguna de vosotras se muestra temerosa con el rizador, os recomiendo que se os quite el miedo, porque si lo hacéis con cuidado (luego ya tendréis manejo y lo haréis sin sentir) no os vais a hacer daño.

Si se trata de recomendar una marca la gente no tiene otro nombre: Shu Uemura. Aseguran que es el rizador de rizadores. No existe otro como él. Hasta para las chicas que tiene pestañas cortitas funciona bien. De él dicen que hace tan buen trabajo que una vez trabajada la pestaña con él no hace falta si quiera añadir máscara.

Una cosa con la que tenéis que especial cuidado son las gomas que trae. Hay que procurar cambiarlas cada 3 meses o cuando vosotras ya veáis que están un poco dadas de sí.