4 ingeniosos trucos que evitan el llanto al cortar cebollas
Nos ha pasado a los mejores: estás en la cocina, picando cebollas para la cena, cuando de repente, las lágrimas fluyen y los ojos arden.
"Todos los alimentos tienen algún mecanismo de defensa", dice Brian Chau, científico alimentario y analista de sistemas alimentarios por cuenta propia, que tiene un máster en sistemas alimentarios y sociedad por la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón.
Las cebollas han evolucionado a lo largo del tiempo hasta convertirse en un producto que hace llorar, pero la preparación de un ingrediente tan delicioso -por no decir común- no tiene por qué ser una historia triste. Una vez que entiendas por qué las cebollas te hacen llorar, la prevención es relativamente sencilla.
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"Algunas personas son más sensibles a [las cebollas] que otras, lo que puede hacer que produzcan más lágrimas", dice la chef Julie Andrews, MS, RDN, CD, FAND, y creadora de The Healthy Epicurean.
¿Por qué las cebollas hacen llorar?
Las propiedades de las cebollas que provocan lágrimas son más que una molestia. "Las cebollas han desarrollado una vía bioquímica para protegerse de los depredadores", afirma Chau. Cuando se cortan las células de una cebolla, éstas liberan la enzima aliinasa junto con una familia de compuestos conocidos como sulfóxidos de cisteína, dice Chau.
A través de una serie de reacciones químicas posteriores, se crea un gas volátil llamado óxido de propano y se propaga por el aire.
"La reacción del cuerpo al contacto del gas con la superficie del ojo es crear lágrimas para expulsar el gas del ojo", dice Andrews. Sin embargo, no todas las cebollas son igual de irritantes: las cebollas dulces y las cebolletas contienen menos azufre que las cebollas rojas, blancas y amarillas, por lo que suelen provocar una reacción menor.
4 consejos probados para evitar que llore
Existen soluciones científicas, pero una rápida búsqueda en Internet de remedios para la cebolla puede llevarle a "trucos" más basados en el optimismo que en la biología. Para evitar o reducir el lagrimeo, hay que impedir que el gas irritante se libere o que llegue a los ojos.
Estos consejos, aprobados por los expertos, están clasificados de más fácil a más difícil, pero tenga en cuenta que, como cada persona tiene una reacción ligeramente diferente a las cebollas, algunas técnicas pueden ser más eficaces que otras.
1. Utilice un cuchillo afilado
Mantener los cuchillos afilados es una buena práctica en general, pero es especialmente importante cuando se trabaja con cebollas. "Un cuchillo afilado causa menos daño a la carne de la cebolla, reduciendo la cantidad de gas que se libera", dice Andrews.
Un cuchillo sin filo sólo dificultará el rebanado y el corte en cubos, y aumentará la cantidad de tiempo que pasa alrededor del gas volátil, dice Chau. Invertir en un afilador de cuchillos o comprar un nuevo juego de cuchillas puede que no evite completamente el llanto, pero podría evitar que se convierta en un festival de sollozos.
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2. Refrigera tus cebollas con antelación
Lo único que requiere este consejo es la suficiente previsión para meter las cebollas en la nevera antes de empezar a cocinar. "Este es quizás el mejor método para probar", dice Andrews, y Chau está de acuerdo: "Las reacciones químicas se ralentizan a temperaturas más frías".
Introduce la cebolla en el frigorífico entre 30 y 45 minutos, y sácala cuando estés listo para empezar a cortarla. Intente trabajar con rapidez: a medida que las cebollas se calientan, puede sentir que los ojos empiezan a picar. Tenga en cuenta que mantener las cebollas en el frigorífico durante mucho tiempo puede hacer que se estropeen más rápidamente, por lo que sólo debe utilizar este método cuando piense utilizar las cebollas de inmediato.
3. Utiliza protección para los ojos
Si sigues teniendo problemas para preparar la comida, intenta crear una barrera entre el gas y tus ojos. Las gafas normales o de sol pueden ayudar, pero Chau dice que la protección ocular con un sello será más eficaz para mantener el gas fuera. Existen gafas especializadas en cebollas y puede valer la pena sólo por las risas, pero las gafas de natación o de seguridad también pueden funcionar bien.
4. Utiliza utensilios de cocina alternativos
Si tienes los medios, Chau recomienda invertir en artilugios especiales. "Compra un buen procesador de alimentos que tenga un accesorio para cortar en dados o en rodajas", dice. "Reduces las posibilidades de llorar porque tu tiempo de exposición es menor y, a veces, las cebollas están en un entorno cerrado". Una alternativa más económica es una picadora de verduras, que puedes utilizar con casi cualquier tipo de producto y te ahorrará mucho tiempo de preparación.
Desmontando los trucos más comunes que no funcionan
- Masticar chicle. Algunas personas lo utilizan, pero Chau dice que no hay ningún razonamiento científico que apoye este truco porque no protege los ojos ni evita que la cebolla suelte gas.
- Sumergir las cebollas en agua. Según Chau, el agua sólo acelerará la reacción lacrimógena, y Andrews señala que echar las cebollas mojadas en una sartén podría hacer que el aceite caliente salpicara y te quemara.
- Contener la respiración. Respirar el gas irritante que desprenden las cebollas no provoca las lágrimas, dice Chau, sino la reacción que provoca el gas cuando entra en contacto con los ojos. Por no hablar de los peligros de contener la respiración mientras se maneja un cuchillo afilado.
- Calentar las cebollas en el microondas antes de cortarlas. Según Chau, el uso del calor empeora la reacción gaseosa y podría cambiar el sabor de las cebollas.
Lo que hay que saber
Cuando cortas una cebolla, libera sustancias químicas que irritan los ojos y te hacen llorar. Hay muchos trucos falsos por ahí, pero para reducir las posibilidades de llorar, utiliza el cuchillo más afilado posible y enfría la cebolla en la nevera con antelación. Si todo lo demás falla, usar protección para los ojos o invertir en aparatos de cocina especiales evitará que te conviertas en un desastre lloroso.
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