Alerta biquini

Dicen que tras la muerte de un ser querido, el siguiente acontecimiento emocionalmente más estresante es una mudanza, pero nosotras pensamos que hay algo aún peor: ¡comprar un biquini!

Una vez al año, si no nos podemos escaquear, sufrimos el trauma de encontrar la ropa de baño perfecta. Esta actividad es la causa de los peores problemas de autoestima a los que nos enfrentamos, por mucho que nos hayamos machacado en el gimnasio durante todo el invierno. Es casi imposible verte bien en bañador, y puesta ahí, en ese frío probador, con una luz poco favorecedora y las etiquetas colgando, te sientes más vulnerable que un conejillo cegado por las luces de un coche.

Tranquila, vamos a intentar que esta tarea sea menos descorazonadora para todas este año, solo hay que tener en cuenta estos consejos:

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Conoce tus defectos y tus virtudes. Muchas veces no nos detenemos a ver cómo es nuestro cuerpo en realidad y nos limitamos a meternos en el molde de cuerpos estereotipados por revistas de moda. Párate un rato a mirarte en un espejo y decide qué debes resaltar y qué debes ocultar.

No te dejes marear por lo que dicen que te va bien. Existen creencias que todas seguimos a pies juntillas sobre lo que sienta bien a cada tipo de mujer pero ¿quién dice que es verdad? Intenta quitarte de la cabeza todas esas ideas preconcevidas y dedica a aprender qué piezas te quedan mejor según tu criterio.

Lo barato sale caro. Hoy en día hay centenares de tiendas de ropa low cost con una gran oferta de ropa distinta, pero un biquini de 3,99€ difícilmente podrá sentarte como un guante, ni siquiera puedes saber si será resistente al agua. La ropa de baño no la solemos comprar más de una vez al año, por eso es recomendable invertir en piezas de calidad que te hagan sentir cómoda. Mejor un solo bañador de 50€ que 10 de 5€.

Esperamos que esto te ayude a pasar este mal trago, ¡nos vemos en la playa!