¿Cómo afectan a nuestra vida los celos en internet?
Los celos en internet no se quedan en internet, si no que acaban afectando a nuestra vida y a la de nuestra pareja.
Por mucho que nos guste relacionarnos con nuestros amigos a través de las redes sociales y decir cosas bonitas a nuestra pareja por Whatsapp, tenemos que reconocer una cosa. Desde que estas aplicaciones llegaron a nuestras vidas, con ellas llegaron las inseguridades, las discusiones y los celos. Sí, es cierto que estos problemas siempre existieron, pero nadie puede negar que se han amplificado gracias al uso de este tipo de herramientas que nos permiten estar conectados con todo el mundo y todo el tiempo. Y, lo peor de todo, que este contacto sea en muchas ocasiones público.
¿Quién no le ha preguntado a su pareja qué hacía el sábado a las tres de la mañana en línea si no estaba hablando con ella? O ¿por qué no le contestó al último WhatsApp que le envió el viernes por la noche si salía que lo había leído? Este tipo de cuestiones nos están volviendo un poco más locos. Y no lo digo yo, lo dicen los psicólogos, quienes aseguran que sus consultas de problemas por celos e inseguridad, así como por problemas de parejas, ha aumentado debido a la obsesión de estas herramientas. Si creemos que no recibir un WhatsApp de respuesta de nuestra pareja diez minutos después de haberle preguntado algo –en la mayoría de los caso, ni siquiera era una pregunta importante– es un motivo para tener una discusión al llegar a casa, me temo que podrías empezar a tener un problema.
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Pero no eres la única. Hoy en día, nadie se libra de los celos generados por culpa de comentarios, de likes y de corazones que nos resultan sospechosos en Instagram. La clave está en saber controlar tus celos en las redes sociales antes de empezar a hacer una locura como, por ejemplo, espiar a tu pareja en internet.
El principal problema de todo esto es que hay asuntos sin importancia en las redes sociales que acaban generando problemas importantes en las vidas de las parejas. Por ejemplo, ver algo que no nos guste en el Facebook de nuestro chico puede llevarnos a obsesionarnos con visitar su perfil a cada momento para tener controladas a todas las personas que comentan o que comparten cosas con él. O ver que nuestra pareja está el línea en Whatsapp de madrugada y no nos está escribiendo puede llevarnos a buscar un hueco para cogerle el móvil sin que se de cuenta y echar un vistazo rápido a las últimas conversaciones.
Aunque en ambos casos –y además de estos se me ocurren muchas más situaciones, y seguro que a ti también–, estas conductas pueden derivar peligrosamente en actitudes de control sobre la otra persona, dificultando la convivencia y haciendo que se pierda la confianza entre ambos, lo cual puede ser el fin de la relación.
Si tu pareja está conectado y no te está escribiendo a ti, aprende a vivir con ello. Estas aplicaciones han llegado para quedarse y su intención no es otra que permitir la comunicación con más personas y de forma más rápida así que, cuanto antes nos acostumbremos a ello, menos sufriremos. Obsesionarnos con cómo se comporta nuestra pareja en la internet, en Whatsapp o en las redes sociales, solo nos traerá problemas que, tarde o temprano, supondrán el fin de la relación.
De igual manera, no debemos permitir que nuestra pareja nos diga con quién podemos hablar o con quién no. O qué foto podemos ponernos de perfil en Facebook y cuál no. O qué cosas debemos compartir con nuestros amigos y cuáles no debemos contar públicamente. Si esto ocurre, tu pareja te estará controlando de más, por lo que deberías hacerle saber que no estás dispuesta a soportar esta actitud.
Como se ha demostrado en los últimos años, estos problemas de celos y actitudes posesivas en las redes sociales aún son más comunes entre los adolescente, especialmente, en el rango de edad de entre los 16 y los 24 años. El 94,5% de las personas de esta edad tiene internet y utiliza las redes sociales, así que relacionarse en este medio, para bien o para mal, es lo más habitual para ellos.
Según un informe que publicó la Universidad Complutense de Madrid y el Ministerio de Sanidad en 2012, el 11% de los chicos en edad universitaria reconoció haber ejercido en alguna ocasión control sobre su pareja. De ellos, otro 11% reconoció haberlo hecho en más de una relación. Otro dato preocupante es que el 10% de las chicas de la misma edad ha reconocido que su pareja la ha aislado de sus relaciones, mientras que el 8% de ellas ha reconocido haber sido sometida a un control absoluto por parte de su pareja sentimental. Según los expertos, solo existe una clave para llevar una vida virtual sana: relacionarte a través de las redes sociales como lo harías en la vida real. Si serías capaz de desnudarte delante de 300 personas, publica fotos desnuda. Pero si no serías capaz de desnudarte delante de toda esta gente, ¿por qué publicar fotos desnuda que puede ver muchos más usuarios? Otro ejemplo: no digas por mensaje algo que nunca dirías si tuvieras a esa persona cara a cara. Los mensajes escritos en muchas ocasiones carecen de contexto, por lo que pueden ser malinterpretados. Nunca debemos sustituir la comunicación cara a cara por los mensajes. La tecnología y el uso de todas estas aplicaciones debe tomarse como un complemento, un apoyo en nuestra comunicación, pero nunca como un sustituto. En este caso, puede convertirse en nuestro enemigo y el de nuestras relaciones.
En el caso de los celos en internet, lo que pasa en internet no se queda en internet. Así que si quieres que no acabe afectando a tu vida de forma muy seria, toma medidas cuanto antes.