Cómo enseñar a tu pareja lo que debe hacer en la cama sin herir su ego
No podemos esperar que alguien adivine nuestra comida o nuestro grupo de música favorito, así que ¿cómo podemos esperar que conozca intuitivamente nuestros deseos más íntimos?
Mantenerse en un patrón poco satisfactorio suele ser más cómodo que ser claro y directo. Esta comunicación puede ser aterradora. Incide en nuestros sentimientos de autoestima, confianza y miedo a posibles resultados que no estamos preparados para afrontar.
Sin embargo, mirar al techo una y otra vez, congelado en silencio (o peor aún, expresando gemidos insinceros) mientras deseas que tu pareja se mueva un poco hacia la izquierda es un tipo especial de infierno.
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La buena noticia: es posible enseñar a tu pareja lo que quieres en la cama sin herir su ego. En primer lugar, vamos a acabar con algunos mitos comunes del "y si...".
¿Se ponen a la defensiva?
Puede que el instinto nos diga que retrocedamos cuando las cosas se ponen incómodas, pero en este caso podemos recurrir a la compasión. Nombra la emoción y presenta una solución. "Parece que te sientes... ¿Cómo puedo decirlo de mejor manera?".
Confían en sus capacidades, pero a mí no me entusiasman...
Aborda la conversación con un estado de ánimo positivo. Expresa entusiasmo y curiosidad, no crítica: "Me encanta cuando... ¿Y si probamos...?". Continúe conversando con ellos.
¿Arruino el momento?
¿Qué momento y lugar se ajustan mejor a vuestra relación? ¿Durante una cita nocturna en Dave & Buster's? ¿En medio de la intimidad, cuando tu pareja está excitada por tu respuesta sexual? Confía en tu intuición.
Les muestro exactamente lo que quiero guiando sus manos o su boca, ¿y piensan que soy (jadeo) demasiado sexual?
Estamos en 2023, amigos. La cultura de la pureza está fuera. La positividad sexual está de moda. Es seguro para ti ser vulnerable y honrar tus deseos.
¿Hablo claro, pero no aciertan?
Sé paciente y agradecido. Celebra los aspectos positivos y sigue guiándoles: "Me encanta cuando... La próxima vez, ¿harías...?" Habla de ello después y practica el cuidado posterior. (Es como el juego previo a la inversa).
1. Conseguir el consentimiento.
Es crucial para la seguridad, la comunicación abierta y la confianza. No des el visto bueno antes de obtener el consentimiento.
Sugerencias:
- ¿Se sentiría cómodo si intentáramos...?
- ¿Está dispuesto a...?
- ¿Puedo pedirle que...?
- ¿Le gustaría que probáramos...?
- ¿Qué opina de ... ?
2. Muestra compasión.
Sé la persona que deseas ver en la habitación. El alumno primero, el profesor después. Deja espacio para que surja toda una gama de sentimientos. Lo harán, y eso está bien.
Sugerencias:
- ¿Cómo puedo hacer que te sientas aún mejor?
- ¿Me enseñarás el ritmo que prefieres?
- ¿Qué cosas tienes curiosidad por explorar juntos?
- Alguna vez has fantaseado con ... ?
3. Sé creativo.
¿Qué estilo de comunicación positiva ayudaría a tu pareja a tomar en serio tus consejos? Enseñar a un compañero no es una conversación "de una vez por todas". Sigue avanzando.
- Lenguaje corporal: Inclínate, desplázate o muévete hacia lo que te haga sentir bien. Considera la posibilidad de mover las manos hacia donde te toca tu pareja. Pon tus manos junto a las suyas y observa qué se siente. ¿Puedes guiar sus movimientos o marcar un ritmo diferente?
- Haz una demostración: Prueba la técnica que deseas en su cuerpo (chupar, dar golpecitos, etc.). Luego pregúntale: "¿Quieres probar eso en mi...?".
- Indicaciones verbales: los gemidos suaves pueden ser afirmativos (pero no finjas).
- Sensual: "Me sentiría taaaan bien si tú...".
- Humorística: "¿Te gustaría ahogarme? Respetuosamente".
- Sensible: Prueba la técnica del sándwich. Coloca la petición entre elogios positivos. Elogio, petición, elogio.
Adoptar el papel de profesor y alumno demuestra que respetas a tu pareja lo suficiente como para ser sincero en lugar de dejar que la confusión, los malentendidos o los resentimientos se pudran.
No te andes con rodeos. Es bueno ser sincero.