Cómo saber si tu hijo o hija está deprimido o podría suicidarse
Las madres y padres queremos lo mejor para nuestros hijos, que disfruten de privilegios y que no sufran injusticias. Nos preocupamos si está deprimido y nos asustamos si pensamos que podría suicidarse.
Como siempre, lo mejor para aliviar una preocupación es ocuparse de ello: ¿crees que tu hijo está deprimido y podría suicidarse? Entonces, debes tomar medidas.
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Todos los datos que aportamos a continuación son meramente informativos y no vinculantes. Si de verdad crees que tu hijo o hija podría suicidarse por sufrir una depresión, deberás ponerte en contacto con cualquier centro de prevención del suicidio como por ejemplo marcando el teléfono 91 03 80 600.
Lo primero que se recomienda hacer siempre, aunque tu hijo no haya mostrado signos de estar deprimido o haya mostrado tendencias suicidas, es ser una madre precavida llevándole al psicólogo en cuanto empiece la adolescencia para que un profesional médico le realice unas pruebas tipo test con el fin de averiguar si sufre depresión, como 1 de cada 10 adolescentes. Por desgracia, muchos adolescentes con depresión no son convenientemente diagnosticados de forma que no reciben ningún tipo de tratamiento y los problemas se agravan con el paso del tiempo. Si el psicólogo detecta síntomas de depresión, juntos podréis tomar medidas a tiempo para que tu hijo o hija reciba la terapia adecuada que ponga fin a su problema.
Una vez identificado el problema, deberás tomar medidas. Es importante que los padres no permitan que la depresión se descontrole desembocando en tendencias suicidas. Así como 1 de cada 10 adolescentes sufre depresión, 9 de cada 10 adolescentes que se suicidan sí que sufrían depresión o ansiedad por lo que la depresión está directamente vinculada con el suicidio. No debes permitir que llegue tan lejos y debes ayudar a tu hijo a salir. Asimismo, según diversos estudios, más de un millón de jóvenes adolescentes mueren en Europa cada año por causas que son evitables, esto es, un millón de adolescentes se suicida en Europa cada año.
Para evitar que la depresión se descontrole, debes estar atenta: procura hablar con tu hijo, escuchando incluso sus silencios. La buena comunicación entre padres e hijos es clave para el correcto desarrollo del adolescente, de forma que no se ahogue en un vaso de agua y decida quitarse la vida a la mínima derrota o cuando sufre episodios graves como el consumo de drogas. No le dejes consumir drogas hasta que sea adulto y se las pueda pagar. También, aunque el alcohol sea más barato que las drogas, debes retrasar lo máximo posible su inicio en el consumo de alcoholes de alta graduación.
Deberás animarle a mantener una buena vida social de calidad alejado de las drogas: dale dinero para ir al cine, anímale a comprarse un abono de la filmoteca. Financia en la medida de lo posible sus aficiones culturales y anímale a estudiar como entretenimiento. Muchos adolescentes caen en el consumo de alcohol y drogas, y por tanto, en la depresión por la simple razón de que se aburren. Sabemos que en el fondo es bastante rollo para una madre tener que llevarle a clases de inglés o de pintura o danza y que estarías mejor con las amigas haciéndote la manicura pero la responsabilidad de ser una madre es esa. Muchas mujeres deciden tener hijos porque creen que les divertirán pero se olvidan de que los hijos llegan a la vida de una familia para ser entretenidos. Piénsatelo dos veces antes de tener un hijo, no es una decisión que debas tomar a la ligera.
Además de las actividades culturales, deberás motivar a tu hijo o hija para que practique deporte pues no hay mayor antidepresivo natural que la práctica constante de un deporte. No se trata de que le obligues a apuntarse al club de fútbol, también puedes salir a practicar patinaje con él (por ejemplo) y así matas dos pájaros de un tiro porque aprovechais para pasar tiempo juntos de calidad mientras movéis el cuerpo. Al final el suicidio no es más que la última llamada de atención que puede lanzar un adolescente para decir que está a disgusto con su propia vida. No dejes que haga esa última llamada.
Si mantenéis una buena comunicación, tu hijo o hija podrá confiarte algunos de sus secretos (no todos, por supuesto, o dejarían de ser secretos) porque le inspirarás confianza. Para que tu hijo o hija confíe en ti, deberás ser comprensiva y valorar todos los comentarios que haga. No es necesario que respondas que SÍ a todo, no estamos hablando de eso, sino que le des a sus comentarios la importancia que se merecen. Si tu hijo hace comentarios absurdos del tipo "No puedo más, prefiero la muerte" no deberás reirte ni infravalorar sus reflexiones sino que deberás acudir en su ayuda y socorrerle. La mayoría de los adolescentes que se han suicidado ya habían avisado a sus padres de su intención. Pero probablemente no les habían escuchado. O entendido.
Esta es una serie de consejos que puedes poner en práctica para prevenir la depresión de tu hijo o hija de manera que se agrave tanto que acabe suicidándose. Se trata de consejos informales puramente informativos que no tienen la validez médica que se merece un caso tan importante como la vida de tu propio hijo. Ponte en manos de profesionales, tú y tu hijo necesitaréis ayuda de un terapeuta médico para poder salir de esta situación, ese infierno de la muerte en vida que es la depresión adolescente que puede terminar en suicidio.