El paseo de Joe Biden por el SOTU 2024 refuerza las peores sospechas sobre su salud mental
El objetivo del presidente Joe Biden en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2024 era sencillo: convencer al pueblo estadounidense de que merece estar allí para pronunciar un SOTU en 2025. Sabía que tenía que hacer la mejor presentación de su carrera; con Nikki Haley abandonando la carrera presidencial apenas un día antes, la votación de noviembre de 2024 será casi con toda seguridad una revancha entre el presidente y Donald Trump. Pero incluso los demócratas leales han planteado dudas sobre la edad y la aptitud mental de Biden para el cargo, y su entrada en las cámaras no apaciguó esos temores.
El Presidente, que entró más tarde de la hora prevista, las 21.00 EST, recorrió lentamente los pasillos charlando con los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado y con los invitados. Parecía más un invitado a una fiesta que un presidente en misión. Un comentarista en X se mofó del POTUS, refiriéndose a él como un "cadáver putrefacto". A continuación, Biden vio a Marjorie Taylor Greene, la congresista republicana por Georgia que ha criticado abiertamente a la Administración y su política de control de fronteras. Greene iba desafiante vestida de rojo con una gorra de béisbol MAGA y accesorios en memoria de Laken Riley, una joven estudiante de enfermería presuntamente asesinada por un inmigrante indocumentado. Biden le dirigió una expresión exageradamente sorprendida cuando Greene le retó a decir el nombre de Riley.
Fue un comienzo incómodo para la velada y puso aún más presión sobre Biden para que cumpliera. ¿Podría estar a la altura de las circunstancias?
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A pesar de su entrada poco impresionante, el presidente Joe Biden se encendió una vez que comenzó a pronunciar su discurso sobre el Estado de la Unión. Abordó todos los temas clave en la mente de los estadounidenses -la economía, los derechos reproductivos, los conflictos en Israel y Ucrania- y, sobre todo, trabajó para posicionarse como un candidato más fuerte que Donald Trump. Se refirió a "mi predecesor" en numerosas ocasiones durante el discurso, recordando a los espectadores la camaradería de Trump con Vladimir Putin, su indiferencia ante las víctimas de los tiroteos en las escuelas y su negativa a decir que había perdido las elecciones tras la insurrección del 6 de enero en el Capitolio. También aludió al divisionismo del expresidente, diciendo: "No puedes amar a tu país sólo cuando ganas."
Biden consiguió incluso mantener la cabeza fría cuando la congresista Marjorie Taylor Greene le increpó sobre la crisis de la inmigración. Biden respondió mostrando uno de los pins de Greene con el nombre de Laken Riley y expresó su pesar por su muerte. Pero añadió, según la CNN: "No demonizaré a los inmigrantes diciendo que son veneno en la sangre de nuestro país".
Sí, el Presidente tuvo un par de errores verbales (incluida la pronunciación del nombre de Riley). Pero se reconoció que su discurso sobre el Estado de la Unión fue enérgico y dominante. Un simpatizante se deshizo en elogios en X (antes Twitter): "¡Vaya discurso! ¡OMG! Ni una sola persona puede llamar a @JoeBiden discapacitado cognitivo ahora. NUNCA he estado tan orgulloso de mi país y de mi @POTUS como ESTA NOCHE".
