El rapado femenino se ha convertido en el corte del momento.
Y es que ahora raparte el pelo es sinónimo de orgullo, nada que ver con el carácter simbólico y vejatorio que tuvo después de la Segunda Guerra Mundial en Francia, donde hasta 20.000 mujeres fueron rapadas por orden del gobierno como castigo por haber colaborado con los nazis o en otras palabras, por haber mantenido relaciones sexuales con soldados alemanes.
Ni tampoco con la voluntad de humillar y cosificar a las mujeres que habían expresado sus ideas políticas en público, que habían ayudado a los soldados republicanos o se habían atrevido a tomar el sol durante la década de los 40 en España, como hizo el régimen franquista para llamar la atención sobre las mujeres que consideraba peligrosas o reticentes a sus dogmas.
¿Cómo se llama el corte rapado en mujer? ¿Cómo se llama el corte casi rapado?
Las mujeres rapadas de ahora lo son porque se sientes liberadas y pretenden des-sexualizar su imagen, como es el caso de Rose McGowan, la primera actriz de Hollywood que se ha alzado contra una industria cómplice del acoso sexual y las violaciones y abusos de Harvey Weinstein.
Nada que ver con la catarsis de la ruptura con una pareja. Raparte la cabeza ahora significa huir de estereotipos, como es el caso de la súper modelo inglesa Adwoah Aboa que gracias a su imagen refresca el panorama de melenas uniformes y referentes femeninos uniformes.
Raparte la cabeza significa que quieres estar cómoda, que una larga melena supone gastar y tener que cuidarse. Así defiende su peinado la adolescente superviviente al tiroteo en un instituto de Parkland (Florida) que se ha convertido en activista por el control de armas, Emma Gonzalez. La joven argumenta que su peinado no es un alegato feminista sino una cuestión de comodidad, que vivir en florida conlleva pasar calor y que no quiere verse obligada a llevar “un suéter extra”. Como Eleven. Como Sigourney Weaver en Alien 3. Como el ejército de rapadas en Black Panther. Raparte la cabeza es otra manera de estar guapa.
